Ningún hincha del Liverpool FC olvidará el minutos 78 del partido ante el FC Barcelonaen Anfield. Probablemente tampoco los fanáticos del fútbol olviden el cuarto gol de este partido de vuelta de las semifinales de Champions League. El propio Jürgen Klopp lo definió como una “genialidad absoluta”. Ese envío al área de Trent Alexander-Arnoldque permitió a Divock Origi marcar el gol de la clasificación será recordado por mucho tiempo.
Fue una jugada con varios condimentos. Todo comienza cuando el balón se va al tiro de esquina. Mientras la defensa del Barça se acomodaba para recibir en su área a los rivales, hubo una sigilosa participación que fue fundamental para el éxito de los Reds. Un héroe oculto que pasó desapercibido pero que cumplió un rol clave: el recogepelotas.
El niño que debía darle el balón rápido a Alexander-Arnold fue imperceptible pero muy importante. No tardó ni un minuto en darle una nueva pelota al jugador del Liverpool para cobrar el tiro de esquina.
En ese instante, con el balón bien posicionado para realizar el córner, apareció la picardía de Trent Arnold-Alexander. El joven lateral de 20 años tuvo la lucidez de enviar el balón al área sin dejar que sus rivales se posicionen correctamente. El encargado de la ejecución era Xherdan Shaqiri, pero mientras él llegaba caminando a la esquina la pelota ya iba hacia el área.
Parecía una jugada ensayada, pero el propio Arnold-Alexander confirmó que no fue así. “Dejé el balón en el saque de esquina, vi el espacio y que Origi se encontraba solo. Saqué lo más rápido que pude para que la jugada finalizara en gol. Fue algo del momento, algo instintivo“, reconoció en diálogo con Fox Sports.
Cuando el balón cayó en los pies de Divock Origi, los jugadores culés estaban desprevenidos. Jordi Alba y Sergi Roberto estaban de espaldas. El brasileño Arthur y el uruguayo Luis Suárez recién estaban pisando el área. Solamente Piqué y Semedo estaban atentos, aunque mal colocados. Otros como Rakitic, Busquets y Lenglet están cerca de la acción pero de forma pasiva. Ter Stegen, el portero, fue sorprendido en plena arenga a sus compañeros.
Pero no solo los jugadores del equipo blaugrana estaban desatentos. Jürgen Klopp dijo posteriormente que no llegó a ver quién había ejecutado el tiro de esquina, que solamente alcanzó a divisar que era Origi el autor del gol.
“Si queremos ser serios, necesitamos tener la pelota, pero especialmente teníamos que ser pícaros, era algo totalmente necesario, porque el Barcelona defiende muy bien todas las cosas predecibles y como dijimos antes, necesitábamos ser impredecibles. Nunca vi cuando se hizo el córner, solamente vi cuando entró la pelota y miré a todos diciendo ‘¿qué pasó?’. No sabía quien había ejecutado el tiro de esquina. Fue un momento de genialidad absoluta“, dijo el entrenador alemán.
Fuente: Infobae