En República Dominicana, el examen práctico para obtener la licencia de conducir consiste en una simulación digital que muchos comparan con un videojuego. Sin embargo, en países como China, el proceso es mucho más exigente: los aspirantes deben superar pruebas complejas que incluyen maniobras de precisión, reglas estrictas y múltiples etapas de evaluación.
La comparación plantea una interrogante válida: quienes se quejan del examen dominicano, ¿lograrían aprobar el sistema chino?









