¿Sabías que la Fosa de Puerto Rico es la segunda más profunda del planeta? Esta impresionante depresión submarina se encuentra en el océano Atlántico Norte, aproximadamente a 75 millas (120 km) al norte de la isla de Puerto Rico, y se extiende paralela a su costa norte. Su existencia es poco conocida por muchos, a pesar de su importancia científica y geológica a nivel mundial. Se trata de una estructura colosal, de aproximadamente 1,090 millas (1,750 km) de largo y 60 millas (100 km) de ancho, que representa uno de los paisajes submarinos más extremos y fascinantes del hemisferio occidental.
En su extremo occidental se encuentra el punto más profundo de todo el océano Atlántico: la llamada profundidad de Milwaukee, que alcanza unos impresionantes 27,493 pies (8,380 metros). Esta zona está situada a unas 100 millas (160 km) al noroeste de Puerto Rico, y supera incluso en profundidad a la altura del monte Everest. Este punto representa un desafío tanto para la tecnología como para la exploración humana, y es de particular interés para los científicos que estudian la dinámica de las placas tectónicas, la actividad sísmica y la biodiversidad extrema en condiciones de alta presión.
El origen de esta fosa se remonta a hace unos 65 millones de años, al inicio de la Era Cenozoica. Se cree que forma parte de un complejo sistema de fallas de rumbo sinistral —una configuración tectónica donde las placas se deslizan lateralmente una contra otra— en el borde norte del Caribe. Este sistema ha mantenido la fosa activa y abierta durante cerca de 70 millones de años, moldeando continuamente la topografía submarina de la región. A lo largo de este tiempo, la fosa ha sido parcialmente rellenada por sedimentos provenientes tanto del continente americano como de procesos volcánicos y erosivos.
Además de su relevancia geológica, la Fosa de Puerto Rico tiene una gran importancia en el estudio de terremotos y tsunamis en la región del Caribe. Su ubicación y dinámica tectónica la convierten en una zona de vigilancia constante para los especialistas en sismología, ya que podría ser el epicentro de movimientos sísmicos de gran magnitud. Por ello, ha sido objeto de investigaciones internacionales, y continúa siendo explorada por misiones científicas que buscan descifrar sus secretos y proteger mejor a las poblaciones costeras cercanas.
Sin duda, la Fosa de Puerto Rico es uno de los grandes tesoros ocultos del Atlántico: una maravilla natural que combina misterio, ciencia y una historia geológica que aún sigue escribiéndose bajo las aguas profundas del mar.









