¿Te has levantado alguna vez con la sensación de que tu sueño quería decirte algo? Es más común de lo que crees.
Soñar con volar, caer, ser perseguido o incluso perder los dientes son experiencias tan frecuentes como misteriosas. Pero detrás de estas imágenes oníricas, la psicología y la neurociencia ofrecen pistas interesantes que ayudan a descifrar sus posibles significados.
Uno de los sueños más comunes es el de caer al vacío, una experiencia que suele ir acompañada de un fuerte sobresalto.
Desde el punto de vista emocional, este tipo de sueño suele estar ligado a sentimientos de ansiedad, miedo al fracaso o inseguridad.
En muchos casos, aparece cuando sentimos que hemos perdido el control sobre alguna situación en nuestra vida. Sin embargo, los científicos también plantean una explicación fisiológica: el cuerpo, al relajarse bruscamente en la fase inicial del sueño, puede provocar una contracción muscular llamada tirón mioclónico, que el cerebro interpreta como una caída. Por tanto, lo que parece un aviso de nuestra mente podría ser simplemente una reacción física al descanso.
En cambio, soñar que volamos suele generar una sensación de libertad absoluta. Muchas personas lo interpretan como una señal positiva, relacionada con el éxito, el empoderamiento o la superación de obstáculos.
No obstante, también puede representar un intento de escapar de las responsabilidades diarias. Algunos investigadores aseguran que esta experiencia podría estar conectada con el sentido del equilibrio y la percepción del espacio durante el sueño REM. Así, ese vuelo onírico puede reflejar tanto logros personales como deseos de evasión.
Otro sueño que suele generar inquietud es perder los dientes. Esta imagen, por más extraña que parezca, tiene múltiples lecturas.
En general, se asocia con preocupaciones sobre la apariencia, miedo a la pérdida o sensación de vulnerabilidad.
Además, puede indicar que estamos atravesando una etapa de cambio profundo, curiosamente, también se ha vinculado con el bruxismo —el hábito de apretar o rechinar los dientes al dormir—, lo que haría que el cerebro transforme esa sensación física en un sueño visual.
Uno de los escenarios más típicos en las pesadillas es ser perseguido, ya sea por alguien desconocido, un animal o una figura amenazante.
Esta escena suele reflejar la evitación de conflictos o responsabilidades, en muchos casos, la figura que nos persigue representa un problema que no hemos querido enfrentar.
Desde la neurociencia, se explica que este tipo de sueño puede ser resultado de la activación del sistema de alerta del cerebro, como una especie de ensayo mental ante posibles amenazas reales.
