La cápsula espacial de Boeing, la Starliner, volverá a intentar a mediados de mayo llegar a la Estación Espacial Internacional (ISS), confirmó este martes la agencia NASA y el grupo aeronáutico estadounidense, el cual acumula tropiezos en este programa competidor de la firma privada SpaceX.
Esta prueba crucial no tripulada debería permitir a la NASA contar con un segundo medio de transporte para llevar a sus astronautas a la estación espacial.
El despegue desde el estado de Florida (sureste de Estados Unidos) está programado para el 19 de mayo. En caso de impedimentos ese día, por ejemplo por inclemencias meteorologicas, existe la posibilidad de lanzar al día siguiente.
Este vuelo de prueba ya se había intentado en 2019, pero luego estuvo cerca del desastre debido a un problema de software del equipamiento. La cápsula debió regresar a la Tierra prematuramente, sin poder llegar a la ISS.
La prueba debía repetirse en agosto de 2021, pero tuvo que cancelarse a último momento debido a un problema con las válvulas que permanecieron cerradas durante las comprobaciones finales en la plataforma de lanzamiento.
Boeing determinó que este mal funcionamiento se debió a un problema de humedad que, al interactuar con el oxidante presente en el sistema, había formado ácido nítrico que contribuyó a bloquear las válvulas.
“Estos ocho meses han sido difíciles”, reconoció el martes Steve Stich, a cargo del programa comercial tripulado de la NASA, en una conferencia de prensa. “Hemos solucionado el problema (…) y vamos rumbo al despegue”, dijo sin embargo con satisfacción.
Este vuelo de prueba debe demostrar que la cápsula es segura. Boeing todavía apunta a fines de 2022 para llevar a cabo una prueba final, esta vez con tripulación, indicó el martes Mark Nappi, vicepresidente de Boeing y gerente del programa espacial.