Los investigadores de la Universidad de Arizona en EEUU descubrieron que los satélites de Júpiter pueden calentarse por la mutua influencia gravitatoria que existe entre ellos. Se espera que este descubrimiento ayude a arrojar luz sobre la evolución del sistema lunar y la verdadera profundidad de los océanos dentro de los satélites.
Hay evidencias de que Europa, Ganímedes, Calisto y otros satélites de Júpiter deberían ser mundos oceánicos. Por ejemplo, hay actividad volcánica en el satélite Io, y los científicos creen que es una de las consecuencias del llamado calentamiento por mareas.
Anteriormente, se creía que el gigante gaseoso Júpiter era responsable de este calentamiento del subsuelo líquido de sus satélites.
Según el estudio, publicado en Geophysical Research Letters, la influencia de Júpiter por sí sola no puede crear mareas en la frecuencia adecuada para resonar con los satélites porque sus océanos se consideran demasiado profundos. Solo cuando los investigadores añadieron la influencia gravitatoria de otros satélites empezaron a notar fuerzas de marea que se acercaban a las propias frecuencias de las lunas.
Durante el calentamiento por mareas, la atracción gravitatoria de los satélites de Júpiter y del propio planeta estira y aprieta los satélites lo suficiente para calentarlos.
Como resultado, algunas de las lunas heladas de Júpiter son lo suficientemente calientes en su interior como para contener los océanos de agua líquida. Se espera que las futuras investigaciones puedan determinar la verdadera profundidad de los océanos dentro de estas lunas.
Los científicos consideran importante entender cómo interactúan los satélites porque esto puede arrojar luz sobre la evolución del sistema lunar en su conjunto.
Fuente: Sputnik