Redacción AFP.- Cualquiera sea el resultado de las elecciones presidenciales, Estados Unidos abandonará el acuerdo de París el miércoles, siendo el primer país en retirarse de un pacto internacional sobre el cambio climático.
Sin embargo, podría tratarse de una pausa temporal antes de que un eventual gobierno del demócrata Joe Biden se reincorpore al acuerdo. De lo contrario, el esfuerzo global para frenar el calentamiento de la Tierra tendrá que continuar sin la mayor economía del mundo.
De todas formas, todo depende del electorado estadounidense.
Biden propuso un plan de 1,7 billones para que Estados Unidos llegue a un neto de cero emisiones de carbono en 2050.
Por otro lado, el presidente republicano Donald Trump, que debilitó varias protecciones ambientales durante su gestión, defiende a rajatabla la industria de los combustibles fósiles y cuestiona el cambio climático.
Si Trump logra la reelección, serán los estados, ciudades y empresas los que tengan que tomar la iniciativa.
Sin embargo, un informe del mes pasado del grupo America’s Pledge, concluyó que incluso sin la ayuda de Washington, la acción de estos grupos aún haría posible que Estados Unidos redujera las emisiones en un 37% para 2030.
“La parte fácil, relativamente hablando, es enviar una notificación a la ONU de que Estados Unidos tiene la intención de volver a unirse al Acuerdo de París”, dijo a la AFP Andrew Light, asesor sobre el clima del expresidente Barack Obama.
Estados Unidos seguirá estando “fuera de la conversación” cuando Reino Unido y la ONU organicen una cumbre climática el 12 de diciembre, el quinto aniversario de París.
Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, para poder mantener el calentamiento al final del siglo por debajo de 1,5 grados Celsius (2,7 grados Fahrenheit), las emisiones globales deben llegar a cero neto a mediados de la centuria.
El objetivo fue elegido para evitar el desencadenamiento de una serie de catastróficos acontecimientos que podrían forzar a la humanidad a habitar solo en las latitudes norte y sur del planeta.
Niklas Hohne, un científico climático de la Universidad de Wageningen en Holanda y miembro de un grupo de simulación llamado Climate Action Tracker, escribió en Twitter que el plan climático de Biden por sí solo podría reducir el aumento de temperatura en el orden de 0,1 °C.
“Esta elección podría ser un punto de quiebre para la política climática internacional. Cada décimo de grado cuenta”, dijo.
– Falta de credibilidad –
Los ambientalistas dicen que el anuncio de Trump de que se retiraría del acuerdo de París hace tres años facilitó que países como Australia, Arabia Saudita y Brasil debilitaran sus propias ambiciones.
Muchos de los devastadores impactos del cambio climático ya se sienten hoy, como la pérdida de hielo marino (se espera que el Ártico esté libre de hielo para mediados de siglo), el aumento acelerado del nivel del mar, sequías y olas de calor más prolongadas e intensas, huracanes más fuertes y cambios en los patrones de precipitación.
Las pequeñas naciones insulares enfrentan la posibilidad de quedar completamente sumergidas.
Incluso si se reincorpora al acuerdo, Estados Unidos podría enfrentar a una falta de credibilidad. Después de todo, también fue artífice del acuerdo de Kioto, que nunca ratificó.
Eso hace fundamental asegurar que la acción climática sea permanente y no dependa del gobierno de turno, explicó Light.
“Sabemos por las encuestas que actuar sobre el clima no es un problema rojo versus azul, republicano versus demócrata, en el mundo real”, dijo, y una encuesta reciente de Pew encontró que más del 80% de los estadounidenses están de acuerdo en que los humanos contribuyen al cambio climático, incluyendo a republicanos.
La clave de este plan será que Biden cumpla su promesa de estímulo económico masivo y creación de empleo.
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