A la hora de hacer la compra, a veces las ganas de ahorrar son más grandes que el miedo a adquirir productos que con su baja calidad puedan ser malos para la salud. Pues bien, en el caso de la mantequilla, una dietista rusa advierte de que una mala elección del producto puede provocar, a la larga, mutaciones genéticas y problemas oncológicos.
Rimma Moisenko es especialista en alimentación y en el caso de la mantequilla, lo tiene muy claro: toda mantequilla que lleve más productos aparte de leche y suero es peligrosa. Por eso recomienda leer el apartado de ingredientes para evitar grasas y leches vegetales, ya que estas llevan grasas trans.
“Si la mantequilla contiene esos ingredientes, su fórmula química se vuelve extremadamente inestable y no da la posibilidad de determinar una fecha de caducidad para el producto”, dice la experta.
Moisenko aclara al medio ruso Zvezda qué es lo que pasa una vez que el producto, con todos sus ingredientes nocivos, entra en el cuerpo:
“La configuración de este producto no permite que se incorpore a la membrana celular cuando se consume, es como si un cuerpo extraño entrara en el organismo, dando lugar a la mutación y al proceso de cáncer”, explica. Esto es, las grasas trans se llaman así porque modifican la configuración de la fórmula química de la grasa.
“Cualquier elemento tóxico que se encuentre en el cuerpo durante mucho tiempo actúa como el agua que erosiona la piedra. Y en este caso, actuando a nivel celular en el cuerpo, se pone en marcha el proceso de mutación del genoma y de las células, lo que supone un impulso para el desarrollo de cáncer”, alerta la especialista.
En resumen, siempre que podamos evitar mantequillas con ingredientes desconocidos o con productos sospechosos, mejor hacerlo. Y también es buena idea utilizar aceite de oliva siempre que vayamos a freír, un gesto que el corazón agradecerá. Fuente: Sputnik