Juan López, exsubdirector general de Gestión Institucional del Instituto Nacional de Atención a la Primera Infancia (INAIPI), quien fue destituido de su cargo junto a otras seis personas de esa institución por irregulares cometidas en un proceso de licitación, hizo pública una carta donde afirma que fue despedido injustamente.
En su misiva aseguró personas que quienes le conocen “saben, y así me lo ha testimoniado, que yo no soy corrupto. Que no cometí ningún error ni hice uso indebido de recursos del Estado, lo cual me da gran satisfacción y produce paz espiritual; porque, simplemente, he sido víctima de la actual coyuntura política electoral”, afirmó.
A continuación, la carta íntegra enviada a El Nuevo Diario por el señor López:
De Juan López
Con sensacionalismo político, la Presidencia de la República publicó el Decreto No. 146-20, mediante el cual se destituyen a varios funcionarios del Instituto Nacional de Atención Integral a la Primera Infancia (INAIPI), en cuya lista se me incluyó, injustamente.
A excepción de la directora, ninguno de los destituidos había sido designado por decretos. Todos se habían nombrados mediante la rutina institucional de “una acción” de la Dirección de Recursos Humanos del INAIPI.
Estas cancelaciones por “supuestas irregularidades cometidas en el procedimiento de urgencia” para la adquisición de 40 mil kits alimenticios que, con “presión y prisa” exigían a la directora desde la Presidencia, es interpretada, por lo general, como una “acción contra la corrupción” y todos los destituidos ya están “condenados por corruptos”.
La base para tan drástica sanción fue la denuncia pública que realizó el representante de una empresa que participaba como oferente en el proceso que, con extremada urgencia, empezó a realizar el INAIPI.
Ese fétido lodo que mancha nuestra imagen e historia de vida personal, profesional, académica y política jamás se limpiará.
Por conocimientos, toda mi familia, compañeros académicos y políticos, amigos y personas que me conocen SABEN, Y ASÍ ME LO HA TESTIMONIADO, QUE YO NO SOY CORRUPTO. Que no cometí ningún error ni hice uso indebido de recursos del Estado, lo cual me da gran satisfacción y produce paz espiritual; porque, simplemente, he sido víctima de la actual coyuntura política electoral.
En ese afán político, el gobierno necesita “demostrar que combate la corrupción” y la denuncia contra el INAIPI le sirvió como “chivo expiatorio”. En ese propósito político fuimos, moralmente sacrificados, porque la verdad de lo acontecido es la siguiente:
A la directora del INAIPI, al ser incluida en la Comisión de Asuntos Sociales para enfrentar los efectos del COVID-19; en la primera reunión de dicha comisión le pidieron actuar de inmediato llevando “alimentos a miles de familias que tienen niños y niñas registrados en 127 Estancias Infantiles y 515 Centros CAFI, a nivel nacional, empezando por las Estancias.
Bajo los efectos de esa presión, la directora no se percató de que el INAIPI no se encontraba incluido en el Decreto No. 133-20, de fecha 19-3-20, que identifica las instituciones gubernamentales facultadas a realizar procedimientos de emergencias para realizar compras y contrataciones.
Le hice esa advertencia, mediante correo electrónico, pidiéndole que gestionara dicha inclusión, lo cual pudo obtener el 2-4-20, mediante el Decreto 144-20. Pero ya, como consecuencia de “la presión y la prisa” el proceso se había iniciado, con lo cual NO ESTUVE DE ACUERDO, a partir de lo cual me mantuve al margen de dicho proceso.
En atención al cronograma de actividades del pliego, las ofertas técnicas y económicas debían presentarse el 2 de abril, a las 9:00 am. El Comité de Compras y Contrataciones del INAIPI no se reunió porque no lo convoqué, por lo cual no hubo quórum. Solo un miembro del Comité, acompañado de un Notario Público, recibió las ofertas. ESE FUE UN ERROR, PUES VIOLENTABA EL DEBIDO PROCESO.
El procedimiento de urgencia no se había adjudicado, se encontraba en la fase de evaluación por parte del equipo de peritos. El Comité de Compras y Contrataciones, que yo presidía desde marzo del 2017, no lo había conocido ni emitido resolución alguna, al momento que se hizo la denuncia pública.
El otro error que se cometió fue técnico, ya que en el cronograma de actividades del procedimiento, se habilitó muy poco tiempo entre una actividad y otra.
Como se ve, yo no participé en la recepción de las ofertas, tampoco conocí ni aprobé los resultados de la evaluación. En honor a la verdad: ¡No tuve ni arte ni parte en dicho proceso!
Yo era el presidente del Comité de Compras y Contrataciones del INAIPI, desde marzo del 2017, es la razón por la cual aparezco en la lista de supuestos corruptos
Lo reitero con firmeza y decisión: No cometí ningún delito ni acto de corrupción. A toda mi familia, relacionados y el pueblo dominicano, LES JURO ANTE DIOS que he sido víctima de una arbitrariedad con propósito políticos electorales. ¡He dicho, mi alma está salvada!