Un Viernes Santo en tiempos de COVID-19

Un Viernes Santo en tiempos de COVID-19

Aunque en Semana Santa la gente suele viajar desde la ciudad a vacacionar o visitar sus familiares en el interior del país, los que se quedan siempre buscan la manera de crear una actividad para entretenerse.

Este año las cosas han sido distintas todo el mundo ha tenido que quedarse por disposición de las autoridades a los fines de prevenir la propagación del contagio de Coronavirus.

Sin embargo, las actividades masivas dentro y fuera de las ciudades, también han sido suspendidas, por lo que las grandes sombras, ideales para pasar las horas de calor, no están siendo aprovechadas, para colocar piscinas, música y parrilladas para compartir entre amigos y familiares.

No obstante, aunque la suspensión de estas actividades durante la Semana Santa se debe al distanciamiento social para evitar la propagación del COVID-19, esto no ha sido cumplido en su totalidad en algunos lugares, pues hay quienes se dedican a hacer actividades que no son del todo necesarias, como la confección de chichichiguas, donde quienes las hacen no aplican el protocolo de protección establecido por las autoridades.

A eso se alegra que muchas personas salen a pasear por las calles de su barrio, ignorando el peligro que eso representa para ellos sus familiares.

Tradicionalmente, los viernes Santos en horas de la tarde, la gente se reúne a compartir y a realizar actividades religiosas, sin embargo, este año, por la presencia del COVID-19 en el país, las Iglesias, las playas, piscinas y parques lucen desolados.

Sin embargo, la familia puede disfrutar tranquila en casa sus tradicionales habichuelas con dulce.