Santo Domingo.- En el marco de la pandemia por COVID-19, la oficina del UNICEF en República Dominicana, hace un llamado a padres, madres y cuidadores/as de niños, niñas y adolescentes a extremar las medidas sanitarias de prevención, evitar la sobre exposición de los menores de edad a información alarmista o falsa y proteger su salud física, mental y emocional.
“Desde el UNICEF estamos colaborando con la producción y difusión de materiales de prevención para evitar la infección de los menores de edad, pues a pesar de que en general son poco asintomáticos, sí pueden ser transmisores del COVID 19”, afirma Rosa Elcarte, Representante en el país del organismo internacional.
En República Dominicana, como en muchos otros países, se han cerrado las escuelas para evitar la expansión de la pandemia. La cantidad de niños, niñas y adolescentes matriculados en las escuelas públicas y privadas es de 2,689,190, según el Boletín Estadístico del Ministerio de Educación 2017-2018. Esto significa que millones de niños y niñas están actualmente encerrados en sus casas, con sus padres o sus cuidadores.
Muchos tutores se están preguntando sobre qué hacer con sus niños y niñas, ya que están acostumbrados a moverse y salir a jugar, y desconocen cómo manejar este tiempo de aislamiento social, en el cual deben proteger la salud mental y emocional de los chicos y chicas.
UNICEF ha preparado algunas recomendaciones para consideración de los padres ahora que los niños y niñas están en sus hogares:
- Reforzar la comunicación entre niños, niñas y sus padres, madres o cuidadores.
Al igual que las personas adultas, es normal que los niños y niñas sientan ansiedad, miedo o tengan dudas ante algo que no conocen. Por ello, es vital escucharlos y animarlos a que expresen sus miedos y dedicar tiempo a aclarar sus dudas en un lenguaje que ellos puedan entender y sin engaños. También es importante ser pacientes y estar en calma, ya que si las personas adultas están ansiosas o en pánico, este estado será percibido y reproducido por los chicos y chicas.
- Reforzar medidas de prevención, integrando a toda la familia.
En todo momento, asegúreles que todo irá bien, y que además de quedarse en casa, su familia está tomando las medidas necesarias para evitar el contagio, especialmente con la práctica correcta del lavado de manos. Aproveche de reforzar las medidas de prevención y también anímelos a ser parte de la solución, invitándoles a dar ideas de medidas para adoptar nuevos hábitos de higiene en casa.
- Reducir la exposición de niños y adolescentes a información falsa o alarmista.
Converse con ellos sobre el coronavirus de acuerdo con su edad, remitiéndose solo a la información verificada de fuentes oficiales y aclarando dudas o malentendidos. También es importante controlar su acceso a noticias, videos e imágenes sensacionalistas que puedan afectarles negativamente. No haga comentarios alarmistas frente a ellos.
- Reforzar el vínculo afectivo con sus hijos e hijas.
Ahora que las niñas y niños están en casa, aproveche para recordarles, en todo momento, lo mucho que los quieren.
- Integrar actividades familiares y juegos para unir la familia y liberar el estrés.
En lo posible, haga juegos integrando a todos los miembros de la familia y utilice el arte y la creatividad para fortalecer la comunicación, los vínculos afectivos y estimular el desarrollo en los más pequeños. No importa la edad, el juego libera las tensiones y une a la familia. Promueva realizar grupalmente aquellas actividades y hobbies que a sus hijos e hijas les apasionan, por ejemplo: pintura, baile y coreografías, lectura, películas y series, juegos de mesa, etc.
- Tomar medidas para prevenir la violencia en el hogar.
Los niños, niñas y adolescentes deben contar con un ambiente familiar seguro y sin violencia, mucho más aún durante una situación de inseguridad generalizada por la enfermedad del coronavirus. Aunque en algún momento, por el estrés del confinamiento, los niños puedan estar alterados, es responsabilidad de padres, madres y cuidadores mantener siempre la calma y evitar reacciones violentas contra nuestros hijos e hijas, como gritos, golpes, amenazas o cualquier otro tipo de castigo físico o emocional. No debemos volcar en ellos, los estados de ansiedad, temor, impotencia o angustia que podamos tener debido a la situación de emergencia que todos vivimos.
- Asegurar la comunicación y vínculo afectivo con familiares.
Recuérdeles lo importante que es para toda la familia mantener la distancia física de otros familiares que no viven en casa para evitar el contagio, especialmente de las personas envejecientes. Es importante mantener la comunicación virtual frecuente con abuelos, abuelas y otros familiares para cuidar los vínculos afectivos con ellos, recordándoles a los niños que para las personas adultas mayores también será bueno saber que se preocupan por ellos.
- Asegurar la comunicación y vínculo afectivo con amigos.
Para los niños, niñas y adolescentes es fundamental mantener los vínculos con los amigos, amigas y compañeros de estudios. Muchos de ellos se comunican a través de las redes, otros tendrán dificultades para conectarse con facilidad, ya que no tienen sus propios aparatos y los centros de internet están cerrados. Apoye a sus hijos a que puedan comunicarse con sus amigos y amigas compartiendo su celular o computador en un horario determinado. Acordar rutinas en casa para y con toda la familia.
Es importante que entre todos los integrantes de la familia acuerden rutinas, horarios y espacios de la casa para que se puedan ordenar las actividades individuales y grupales durante estas semanas. Es preciso recordar que no se encuentran de vacaciones sino haciendo todo lo que normalmente hacen adultos, hijos e hijas, pero en casa y utilizando medios tecnológicos.
2. Promover la actividad física y evitar la sobreexposición de violencia en línea.
Se debe evitar que niños, niñas y adolescentes pasen todo el día conectados a las pantallas, ya que esto puede exponerlos a un mayor riesgo de convertirse en víctimas de diferentes prácticas de violencia en línea. Propongan y acuerden familiarmente nuevas rutinas para asegurar el tiempo de estudio, de interacción familiar y de actividad física en la casa, tan necesaria para mantener un buen estado de salud física, mental y emocional.