Los sonidos caribeños llegarán del 17 al 25 de julio a Cartagena que en su edición de 2020 contará con un cartel creado por Ricardo Cavolo y en su programación brillarán dos premios, el propio del festival y el premio Paco Martín, al artista revelación de las músicas globales de 2020. El desembarco de República Dominicana en la ciudad portuaria no sólo será musical, también incluirá como en ediciones anteriores arte, cine y literatura.
Comenzará esta edición de La Mar de Músicas el viernes 17 de julio y se alargará hasta el sábado 25. La programación tendrá como gran protagonista los sonidos llegados desde República Dominicana, dándole una especial atención a sus sonidos más alternativos. Si bien la bachata y el merengue, sus sonidos más tradicionales son patrimonio cultural inmaterial de la humanidad por la Unesco y estarán presentes, el festival dará especial atención a la escena alternativa dominicana, que en los últimos años está adquiriendo gran peso.
La Mar de Músicas, además de ofrecer su premio a un gran artista de las músicas del mundo, por vez primera, y en colaboración con la asociación cultural Paco Martín, otorgará el premio “Paco Martín, artista revelación en las músicas globales”. Un galardón, elegido por un jurado propuesto por la asociación y que premiará a un artista joven, que esté destacando en las músicas globales, y al que el Ayuntamiento facilitará su actuación en el festival.
La estructura del festival seguirá como en ediciones anteriores, combinando actuaciones de pago y gratuitas y teniendo al Auditorio Parque Torres y al patio del Antiguo CIM, hoy patio de la Facultad de Ciencias de la Empresa de la Universidad Politécnica de Cartagena, como sedes principales. Cada uno de estos escenarios, tendrá su abono correspondiente.
La programación de esta 26 edición se irá desgranando en las próximas semanas, aunque el 17 de abril, es la fecha elegida por el Ayuntamiento de Cartagena, para realizar la presentación oficial del festival en Cartagena, que contará por la tarde noche, con una fiesta en el patio del Antiguo CIM, como yo ocurrió el pasado año.
Fuente: COPE