El candidato a la Alcaldía del Partido Fuerza del Pueblo (FP) y aliados Johnny Ventura, emplazó a la candidata a la misma posición Carolina Mejía a dar una explicación al país de su ausencia en la gran marcha por la democracia, que encabezara su partido el PRM, la FP y otras fuerza opositoras ayer domingo.
“Los actores políticos estamos llamados a ser responsables y actuar con transparencia y servir al país, cuando más nos necesita, este no es un momento para confabulaciones con los que se quieren robar la democracia de la República Dominicana”, apuntó Johnny.
Ventura, dijo que la falta de compromiso con el pueblo y la no identificación con la lucha por la democracia de Carolina Mejía y su padre el expresidente Hipólito Mejía, así como su padrino político David Collado, dejan claro que la Candidata a la alcaldía del Distrito del PRM tiene un acuerdo con el gobierno y el presidente Danilo Medina.
El candidato de la Fuerza del Pueblo, dijo que Carolina Mejía, mostró ayer domingo que no tiene el más mínimo interés por la la lucha que libra la sociedad dominicana por el respeto a la democracia, el fortalecimiento del sistema de partidos, y que sus aspiraciones no es la del pueblo, muy por el contrario aparenta estar más comprometida con las causas del presidente Danilo Medina, que con su propio partido el PRM.
Los hombres y mujeres valientes dimos un paso al frente por la democracia el domingo junto a 13 partidos de oposición y sus principales candidatos, estuvimos ahí acompañando al pueblo Dominicano en su lucha mientras otros se quedaron ausentes e indiferentes porque simplemente les interesa conseguir un cargo sin importar que para ello tengan que pactar con los destructores de la institucionalidad democrática Dominicana.
Carolina, su padre y su padrino político, deben definirse claramente en esta coyuntura histórica que vive el país, o se identifican con el pueblo en su lucha por el respeto a la democracia y elecciones limpias, transparentes y equitativas, o asumen de cara al Sol su alianza con Danilo y la cúpula palaciega para ganar un cargo electivo, sin importar los métodos espurios en que tengan que incurrir.