Las autoridades de Ámsterdam planean construir un centro erótico para mantener a las trabajadoras sexuales apartadas de los turistas que visitan la ciudad. Hasta ahora, los prostíbulos eran escaparates que daban a la calle. Con esta iniciativa se busca “limpiar” el Barrio Rojo de los escandalosos y ebrios turistas.
Actualmente las autoridades de Ámsterdam barajan dos opciones para implementar su plan: construir un hotel sexual o un centro erótico.
“Todo en uno, un hotel de prostitución con ventanas que dan al interior o un centro erótico son opciones obvias”, comunicó el Consejo de la ciudad en un comunicado citado por el periódico británico The Guardian.
Se espera que las trabajadoras sexuales puedan dormir y desayunar en su tiempo libre en este complejo. Además, el centro erótico podría incluir:
- un club nocturno;
- un teatro sexual;
- varias cafeterías;
- un salón de belleza;
- una peluquería;
- un salón de bronceado, entre otros servicios.
El Consejo de Ámsterdam espera finalizar la implementación de su plan antes de que llegue el verano.
La alcaldesa, Femke Haselma, prometió limpiar el Barrio Rojo después de que su equipo se quejase de que los turistas, frecuentemente ebrios y armando escándalo, “faltan al respeto tanto a las prostitutas como a los residentes locales”.
Halsema denuncia que, para muchos turistas, “las prostitutas se han convertido en nada más que una atracción para ver y que “en algunos casos este interés se acompaña por una conducta disruptiva e irrespetuosa”.
Además, la política busca luchar contra una nueva tendencia: “Un gran alza en la prostitución no licenciada y clandestina” cerca del distrito de De Wallen, situado a la lado de la estación central, a donde marineros y prostitutas han acudido durante siglos.
Martine Groen es una vecina de 70 años que vive en la calle Oudezijds Achterburgwal desde 1979.
“Los escandalosos turistas nos provocan muchas molestias. Todo empezó hace aproximadamente seis años. No puedes pasear tranquilamente por la calle por culpa de la multitud. Evito atravesar el barrio por la noche. No es divertido. ¿Por qué no me mudo? Porque me gusta este sitio. ¿Por qué no lo abandono? Porque me gusta mi casa y está cerca de todo. Es una zona pequeña y puedes llegar a cualquier sitio rápidamente”, explicó la residente a la cadena CNN.
A finales de marzo del 2019 varios medios comunicaron que Ámsterdam estaba dispuesto a prohibir a los grupos guiados visitar el famoso barrio. Buscaban atajar el problema relacionado con el hacinamiento y mejorar las condiciones de trabajo de las prostitutas.
En aquel entonces Niek Prast, director de la empresa Strawberry Tours, se dedicada a organizar visitas guiadas a Ámsterdam. Advirtió que la implementación de esta medida podría convertirse en “un pequeño desastre” para su negocio.
“Entiendo lo que están tratando de lograr, pero creo que el Gobierno [de la ciudad] busca ver hasta dónde puede llegar. Creo que están esperando una reacción”, declaró el empresario en una entrevista telefónica al periódico The New York Times.
La idea de ocultar el Barrio Rojo no es nueva, y se remonta al 2018. Las autoridades locales decretaron que desde abril de aquel año todos los grupos guiados de cinco o más personas necesitaban obtener un permiso para entrar en el área. Además, vetaron el acceso a los grupos de más de 20 turistas y prohibieron a los visitantes sacar fotos a las prostitutas. Por si fuera poco, Ámsterdam tendría que desplegar personal adicional que se encargase de velar por que se cumpliesen las normas. La multa para un guía individual podría ascender a 190 euros, mientras que la de alguien que trabajase para una empresa ascendería a 950 euros.
Fuente: Sputnik