La comunicadora y actriz dominicana Gaby Desangles se sumó este martes a las voces que exigen sanciones severas contra el Colegio Da Vinci ,involucrado en la muerte de la niña Stephora Anne-Mircie Joseph, de 11 años, quien perdió la vida durante una actividad escolar la pasada semana. Su declaración, contundente y emotiva, ha generado amplio eco en las redes sociales.
Desangles sostuvo que el colegio debería ser cerrado de manera definitiva, al considerar que el caso evidencia un profundo nivel de negligencia institucional. “Ese colegio hay que cerrarlo. Ese colegio debe de estar cerrado y no volver a abrir”, expresó con firmeza al inicio de su comentario público.
Aunque admitió que algunos podrían catalogar el hecho como un accidente, la comunicadora insistió en que la situación revela fallas graves en los protocolos de seguridad y supervisión. “Más allá de que quizá fue un accidente, ahí hay un tema de negligencia”, afirmó, subrayando que la institución no garantizó las condiciones mínimas para proteger a los estudiantes.
Uno de los puntos más críticos destacados por Desangles fue la proporción de personal a cargo de los niños durante la excursión: solo tres adultos para 83 estudiantes. Para ella, esto demuestra una falta total de responsabilidad. “Si usted no tiene la conciencia de saber que tres personas para 83 niños es una irresponsabilidad, yo me imagino que en todo lo demás ustedes también son irresponsables”, sentenció.
La comunicadora argumentó que un centro educativo debe ser un espacio seguro, dirigido por personas con vocación y capacidad para educar. En este caso, dijo, no se evidencia ninguna de esas condiciones. “Eso no es un espacio seguro para la educación, porque no tienen la herramienta ni la conciencia de lo que deben estar haciendo”, añadió.
Gaby Desangles reiteró que la sanción más justa y necesaria es el cierre inmediato y definitivo del colegio, no solo como consecuencia administrativa, sino como medida de protección para otras familias. “Eso deben de cerrarlo y ya”, concluyó.
Las autoridades aún investigan las circunstancias del hecho, mientras la indignación social continúa aumentando y diversos sectores exigen reformas más estrictas en la supervisión de centros educativos privados y en los protocolos de gestión de actividades extracurriculares.