Este viernes 31 de enero, después de que hayan pasado más de tres años del referéndum que decidió el futuro del Reino Unido, se implementa por fin el Brexit.
A partir de mañana, Reino Unido dejará de formar parte de la Unión Europea y se abre ante los ciudadanos, tanto británicos como de los países comunitarios, un gran número de incógnitas.
1. Tratado de libre comercio y relación futura
Reino Unido y la Unión Europea tienen por delante ocho meses maratonianos. Desde el 1 de febrero hasta el 31 de diciembre de 2020 se producirá un periodo de transición en el que el país británico seguirá formando parte del organismo supranacional y estará sometido a las normativas comunitarias.
Durante ese lapso de tiempo deberán llegar a acuerdos sobre su futura relación. Pero las decisiones deberían estar listas el 1 de noviembre, si se pretende que puedan entrar en vigor el primer día de 2021. Es decir, el trabajo deberá hacerse entre marzo –cuando la Comisión Europea espera tener ejecutivo su mandato de negociación– y octubre.
El 1 de julio será la fecha del primer examen. Entonces Reino Unido y la UE deberán decidir si implementan una prórroga de 12 o 24 meses del periodo de transición para continuar con las negociaciones. El primer ministro británico, Boris Johnson, ya ha descartado esa idea, aunque todo lo que rodea al Brexit ya se ha demostrado impredecible.
- Acuerdo comercial
El principal caballo de batalla será el acuerdo comercial. Se prevé que se permita que los bienes puedan continuar atravesando el canal de La Mancha sin aranceles.
Según el Observatorio de Complejidad Económica (OEC), Alemania es el segundo destino de las exportaciones de UK (35.000 millones de euros), seguido de los Países Bajos (22.576 millones de euos) y Francia (22.486 millones de euros). Las importaciones de los británicos también dependen principalmente de Europa. Así, el principal origen es Alemania (81.874 millones de euros), el tercero los Países Bajos (42.614 millones de euros) y el quinto Francia (32.641 millones de euros).
En el caso de los servicios otros países tienen mayores intereses, como es el caso de España, para la que los británicos son el quinto socio comercial. El país ibérico recibe alrededor de 18 millones de turistas británicos al año, lo que supone alrededor del 30 % de las exportaciones de España al Reino Unido.
Así las cosas, fuera del paraguas europeo, el ejecutivo de Johnson ya ha empezado a moverse para asegurarse acuerdos con otros países, como demuestra la reciente visita del secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, a Londres para tratar un futuro acuerdo de libre comercio entre ambos países.
2. Fronteras
- Irlanda del Norte
A partir de este 1 de febrero la frontera entre Irlanda del Norte e Irlanda separará a la Unión Europea de un país extranjero, en lugar de a dos países miembros comunitarios como hasta ahora.
La solución encontrada ha sido una posición intermedia, dotando al área de una frontera blanda y endureciendo los controles cuando las mercancías vayan de Irlanda del Norte a Gran Bretaña.
- Gibraltar
En cuanto a Gibraltar, todavía quedan muchos acuerdos por alcanzar, pero durante las negociaciones previas España ha conseguido dotarse de una situación privilegiada de interlocución con respecto a este territorio autónomo del Reino Unido enclavado en el sur de España, así como que el Parlamento europeo reconociera al territorio británico como una colonia.
Así, durante los próximos meses se negociarán las condiciones de la frontera de Gibraltar, aunque cualquier acuerdo necesitará del visto bueno de España.
Se da la circunstancia de que los gibraltareños votaron masivamente (un 96 %) a favor de permanecer en la Unión Europea en el referéndum celebrado en 2016.
- Escocia
En el caso de Escocia no hay en juego el estatus de ninguna frontera, pero los acontecimientos después del Brexit podrían precipitarse y dar lugar a la creación de una nueva.
Escocia celebró un referéndum de autodeterminación en 2014 en el que decidía si se separaba del Reino Unido en el que el ‘No’ ganó con el 55 % de los votos. En la decisión de gran parte de los votantes pesó la posibilidad de quedar fuera de la Unión Europea si la secesión tenía lugar.
Precisamente en el referéndum sobre el Brexit que se celebró dos años después, en 2016, el 62 % de los escoceses se manifestaron partidarios de permanecer en la UE. Así, este jueves el Parlamento de Escocia ha demandado la celebración de un nuevo referéndum de independencia, aunque Johnson ha rechazado por el momento esa posibilidad alegando que es una circunstancia que se da “una vez en una generación”.
También la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, en su discurso de este viernes ha apostado por celebrar un nuevo referéndum de independencia a ser posible este año, pero que debe ser “legal y legítimo”.
3. Derechos de los ciudadanos
Para los ciudadanos no van a cambiar mucho las cosas hasta el final de este 2020. Pero a partir de entonces se abre un abismo de incertidumbres que solo irá desapareciendo a medida que se llegue a acuerdos en los próximos meses.
Hasta el 31 de diciembre el Reino Unido continuará formando parte del mercado único europeo y se aplicará la libre circulación de trabajadores como hasta ahora. Hasta entonces, Londres tendrá que seguir las normas europeas aunque ya no tenga representación en las instituciones comunitarias.
- Permiso de residencia
Desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de 2021 los ciudadanos de la UE que ya residan en Reino Unido este 2020 y que quieran seguir residiendo en el país británico deberán solicitar el ‘pre-settled status’ o ‘settled status’, un nuevo procedimiento creado por el Ministerio del Interior Británico.
A partir del 1 de enero de 2021 quienes quieran ingresar en el Reino Unido deberán adaptarse al futuro sistema migratorio británico, aún por determinar.
- Trabajar en Reino Unido
A los ciudadanos de los países de la UE se les seguirá aplicando el régimen derivado del Derecho de la Unión Europea hasta el 31 de diciembre de 2020. Antes de esa fecha deberán solicitar el reconocimiento de su titulación profesional para poder seguir ejerciendo con posterioridad.
- Derecho a Sanidad
Solo se sabe que se mantienen las condiciones con respecto al derecho a recibir asistencia sanitaria para los ciudadanos europeos en el Reino Unido hasta el 31 de diciembre de 2020, a partir de ahí, todo depende de los futuros acuerdos que se alcancen.
4. ¿Problemas de salud en el Reino Unido?
Precisamente el tema de la salud es uno de los que más preocupa tanto a los europeos residentes en el Reino Unido, como a los británicos que residen en otros Estados de la Unión.
- El Sistema Nacional de Salud (NHS)
En el caso de Reino Unido, desde el año 2008 la inversión en sanidad no ha conseguido que el servicio abarque a la creciente demanda por lo que actualmente vive un incremento de los tiempos de espera. El Sistema Nacional de Salud (NHS) adolece de una falta de personal sanitario crónica que puede verse agravada por el Brexit.
El número de médicos por cada 1.000 habitantes es de 2,8, mientras que la media de la UE es del 3,6. Además, hay 7,8 enfermeros por cada mil habitantes, también por debajo de las cifras comunitarias (8,5). En cuanto a estos, según el Consejo General de Enfermería (CGE) de España, el 80 % de los profesionales de Enfermería españoles que trabajan fuera del país lo hacen en Reino Unido y su cifra en el país británico alcanza las 3.370 personas.
Esta carestía de personal se ha agravado porque entre 2017 y 2018 casi 5.000 enfermeros procedentes de la UE se marcharon de Reino Unido, a lo que se une que las solicitudes de empleo de ciudadanos comunitarios descendieron el 87 % en el último año: los que están se marchan y los de fuera no quieren ir al Reino Unido.
Así, según los últimos datos oficiales publicados por el NHS, actualmente existen alrededor de 100.000 vacantes de una plantilla total de 1,5 millones, que parece que van a ser difíciles de cubrir si no echan mano de trabajadores europeos.
- Los residentes británicos en Estados europeos
Los residentes británicos en países de la Unión Europea, muchos de ellos jubilados, están preocupados con su situación y temen que la salida de la UE les deje fuera del amparo de los sistemas sanitarios de los Estados en los que viven.
El Gobierno británico a lo único que se ha comprometido por el momento es a cubrir su atención sanitaria hasta el final del año. Se trata de un desembolso económico importante: solo por los residentes británicos en España el ejecutivo del Reino Unido tuvo que abonar 316 millones de euros en 2018.
5. ¿Se acabaron los británicos en Magaluf?
Por lo que ha trascendido hasta el momento, las cuestiones relativas al turismo no variarán, aunque quedan varias cuestiones por definir, como es el caso de las coberturas sanitarias, también para turistas.
En cuanto al tránsito de personas por la frontera, la principal novedad conocida por el momento será que los ciudadanos comunitarios necesitarán ahora pasaporte para ingresar en el Reino Unido, cuando hasta ahora les servía simplemente el Documento Nacional de Identidad de cada uno de los Estados miembros.
6. ¿Cómo queda el Parlamento europeo?
Tras la consumación del Brexit, los 73 eurodiputados británicos han dejado sus actas en el Parlamento europeo. Serán sustituidos por 27 parlamentarios de otros países que han sido repartidos de manera proporcional entre los países que se consideraban infrarrepresentados.
Para España ha supuesto por un lado una ventaja y por otro un problema añadido. Ha sido uno de los países que han salido mejor parados, puesto que ganará cinco representantes. Pero uno de ellos será Clara Posantí, de Junts per Catalunya (JxCat).
Posantí, residente actualmente en Escocia, fue uno de los miembros del Gobierno del expresidente catalán Carles Puigdemont que abandonó España para eludir la acción de la Justicia. Sobre ella pesa una orden nacional de búsqueda y captura para ser juzgada por sedición y malversación de fondos públicos y está por ver cómo reacciona la Justicia española ante la posibilidad de que tome posesión de su acta.
7. ¿Se queda el Reino Unido sin Erasmus?
Los diputados del partido Liberal Demócrata propusieron hace días incluir una cláusula en el acuerdo de retirada para que el Gobierno negociara la permanencia completa en el programa Erasmus, pero fue rechazado por 344 votos en contra y 254 a favor.
Si embargo, la administración Johnson ha defendido que actualmente no todos los países que participan en el programa Erasmus son miembros de la UE (como Islandia, Noruega, Serbia o Turquía), por lo que no debería haber ningún problema para continuar formando parte de él tras la implementación del Brexit.
Fuente: RT