“Me perdía una obra escolar porque estaba sentado en el tráfico. Tenía que encontrar una manera de poder entrenar y concentrarme sin comprometer el tiempo con mi familia. Ahí es cuando busqué helicópteros. Así podría ir y volver en 15 minutos. Ahí fue cuando empezó”.
En una entrevista en 2018 al sitio Barstool Sports, Kobe Bryant había explicado las razones por las cuales prefería volar en lugar de viajar en auto. Era una fascinación que tenía el deportista con este particular medio de transporte, que utilizaba incluso para moverse por la ciudad de california desde su época de jugador para llegar a las prácticas y a los partidos a tiempo.
“Mi rutina era siempre la misma. Despertarme temprano a la mañana, llevar a las a niñas a la escuela, volar al centro, entrenar como loco, hacer mi trabajo extra, atender a los medios, todo lo que necesitaba hacer, volar de nuevo, ir a la fila de autos del colegio para ir a buscar a los niños. Mi esposa decía, ‘yo puedo pasarlos a buscar’. ‘No, no, no, yo quiero hacer eso’”, explicó.
De esa manera, Bryant podría pasar al menos un rato con sus cuatro hijas, a quienes les empezó a dedicar más tiempo una vez que se retiró en 2016. Incluso Gianna María, de 13 años, que también murió en el accidente, jugaba en el equipo de baloncesto de su Academia, lugar hacia el que se dirigían en la tragedia.
Kobe Bryant tenía un pacto con su mujer: “Nunca volarían juntos en un helicóptero”
Según la revista People, el ex basquetbolista y su esposa Vanessa Laine (37) habían acordado evitar este medio de transporte para que, en caso de sufrir un accidente, sus hijas conservaran a uno de sus padres. La pareja que contrajo matrimonio en 2001 además tiene a las pequeñas Natalia Diamante (17), Bianka Bella (3) y Capri Kobe (7 meses).
“Una de las cosas más importantes que esperaba después de retirarse de la NBA (en 2016) fue pasar más tiempo con su familia”, expresó a People un amigo cercano a la familia. Y agregó: “Era un padre muy práctico y, como cualquier otro padre, vio un futuro tan brillante para todas sus hijas. Estaba tan orgulloso de verlos tomar no solo a él y a Vanessa, sino también a convertirse en suyos. Tenía un vínculo especial con cada una de sus hijas”.
La muerte de Kobe Bryant este domingo en un accidente aéreo cuya causa aún se desconoce golpeó fuerte al mundo del deporte. Junto al deportista viajaban otras ocho personas, incluida su hija Gianna María. Todos perdieron la vida luego de que helicóptero privado Sikorsky S-76 del ex Lakers se desplomara sobre la ciudad de Calabasas, ubicada en el condado de Los Ángeles, California.
Las autoridades pudieron identificar a todas las víctimas fatales del accidente: se trata de Christina Mauser, entrenadora de básquet, y Alyssa Altobelli y Payton Chester, compañeras de equipo de la pequeña Gianna. Entre los ocupantes del helicóptero también se encontraban John y Keri Altobelli, padres de Alyssa, y Sarah Chester, madre de Payton. Por último, Ara Zobayan, de 50 años, fue el piloto que no pudo superar las duras condiciones climáticas. Era, además, esposo de Sarah y padre de Payton.
El vuelo partió desde Orange County y tenía que llegar a la localidad de El Monte, donde se ubica la Mamba Academy, propiedad del ex escolta que lo inauguró en 2018, donde la pequeña de 13 años iba a disputar un partido.
Según un informe de TMZ de 2016, Bryant no era dueño de la aeronave, sino que la alquilaba a un costo de 2 mil dólares por viaje. Vale aclarar que en Los Ángeles viven más de 4 millones de personas y en 2018, por cuarto año consecutivo, encabezó el ranking mundial de ciudades con mayor congestión de tránsito. Por ese motivo, las familias adineradas optan por moverse por el aire.
Bryant tenía un helicóptero Sikorsky S-76 Spirit con el cual había llegado, por ejemplo, a su propio partido despedida, pero que habitualmente lo utilizaba para llegar a cada partido en su etapa como jugador. El mismo tiene 10 versiones para civiles y otras dos para militares, la de la leyenda del baloncesto era la versión S-76B, con espacio para 14 personas y era apodado el Mamba Chopper. Si bien en su perfil de Instagram lo mostró ploteado de negro, la aeronave estaba en realidad pintada de blanco y celeste al estrellarse.
El modelo S-76B fue diseñado por Sikorsky Aircraft Corporation y fabricado en 1991. Cuenta con dos motores, así como un rotor principal y uno de cola de cuatro aspas. Es de tamaño medio y cuenta con tren de aterrizaje retráctil.
Fuente: Infobae