La lealtad entre empleados y empresas no ha desaparecido, pero ya no se mide por la permanencia durante décadas en un mismo lugar de trabajo. Así lo explicó Doina Hernández, gerente senior de cuentas y transformación cultural de Newlink Dominicana, durante su participación en el programa Esto no tiene nombre.
Hernández sostuvo que el tradicional “contrato psicológico” basado en estabilidad a cambio de obediencia se ha transformado en un “contrato experiencial”. “Hoy lo importante no es cuántos años dure un colaborador en la empresa, sino lo que aporta y la calidad de la experiencia que vive durante ese tiempo”, precisó.
La especialista agregó que las nuevas generaciones, especialmente la Generación Z, priorizan aprender, crecer y encontrar retos antes que permanecer indefinidamente en una organización. Por ello, instó a las empresas a modernizar sus políticas y procesos, ofreciendo modalidades flexibles como el trabajo remoto o híbrido, así como fomentando la escucha activa y la coherencia entre lo que la empresa proyecta y lo que ofrece internamente.
“Las empresas deben comprometerse tanto como exigen a sus colaboradores. La lealtad hoy es de doble vía: no se trata solo de pedir resultados, sino de ofrecer coherencia, flexibilidad y oportunidades alineadas con los valores de cada persona”, enfatizó.
También destacó que la meritocracia, la innovación y las habilidades blandas han ganado terreno frente a la antigüedad o a los títulos académicos en la movilidad laboral. “Las promociones y aumentos no dependen de los años de servicio, sino de los resultados, de la actitud y de la capacidad de proponer e innovar”, puntualizó.
Finalmente, Hernández subrayó que las organizaciones que logren conectar con las expectativas de sus talentos podrán generar mayor compromiso y sentido de pertenencia, fortaleciendo así su cultura organizacional en un entorno laboral cada vez más competitivo y cambiante.

