Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, responsabilizó esta tarde al régimen iraní por la caída del vuelo 752 que debía unir Teherán con Kiev en la madrugada del miércoles pasado, en momentos en que Irán estaba bombardeando bases norteamericanas en Irak. “Tenemos información de Inteligencia de que fue derribado por Irán”, señaló el titular del Poder Ejecutivo en rueda de prensa desde Ottawa.
“Tenemos inteligencia de múltiples fuentes, incluidos nuestros aliados y nuestra propia inteligencia. La evidencia indica que el avión fue derribado por un misil iraní de superficie a aire”, dijo Trudeau este jueves y aclaró que el derribo “puede haber sido accidental”. Canadá trabajará con sus aliados para llevar a cabo una investigación completa sobre las causas del accidente.
El premier también se comunicó con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski -cuyo gobierno también sospecha que Teherán estuvo detrás de la caída del avión comercial con 176 personas a bordo- para expresarle su preocupación y las condolencias por la catástrofe aérea.
Consultado respecto a cómo respondería su gobierno, Trudeau señaló que su administración estaba “evaluando” esa réplica y que la definirá una vez que se determine si fue un accidente o no. Además, afirmó que contemplará la aplicación de sanciones si Irán se niega a permitir “una investigación segura y completa”.
La respuesta de Irán a esta declaración de Trudeau fue pedir al gobierno de Canadá que le comparta su información sobre el accidente del avión ucraniano. En un comunicado publicado en reacción a lo que llamó “ciertas puestas en escenas dudosas”, el Ministerio de Asuntos Exteriores del régimen persa reclamó a Ottawa “compartir” esos reportes de Inteligencia con la comisión de investigación iraní y también invitó a Boeing, fabricante de la aeronave, a “participar” en esa indagación.
La caída del Boeing 737-800 de la aerolínea Ukraine International ocurrió pocas horas después del bombardeo de Irán contra dos bases militares en Irak que alojan a tropas estadounidenses y al tratarse de un avión ucraniano se han generado especulaciones de que el aparato podría haber sido derribado.
“Las circunstancias de esta catástrofe continúan siendo inciertas. Es el momento de que los expertos lo investiguen y que encuentren respuestas a la pregunta de qué causó el accidente. Para hacer eso, nuestros expertos necesitan recibir apoyo incondicional para su investigación del accidente”, dijo el representante de Ucrania ante Naciones Unidas, Sergiy Kyslytsya.
El Boeing 737-800 con destino a Kiev salió el miércoles del aeropuerto internacional iraní Imán Jomeiní y minutos después del despegue se precipitó al suelo.
Aunque inicialmente las autoridades ucranianas dijeron que el accidente había sido fruto del fallo de uno de los motores de la aeronave, el gobierno de Ucrania posteriormente eliminó esa declaración y pidió cautela mientras se investigan las causas de la mayor catástrofe aérea en la historia reciente del país.
Las autoridades ucranianas han apuntado que, además de los 63 canadienses, entre las víctimas hay 82 iraníes, 11 ucranianos (2 pasajeros y nueve tripulantes), 10 suecos, 4 afganos, 3 alemanes y 3 británicos.
Con información de EFE