Pedro Sánchez ha sido finalmente investido presidente del Gobierno de España después de la celebración de dos elecciones generales y dos debates de investidura. Tras los comicios del pasado mes de abril, Sánchez no logró el apoyo necesario del Congreso, pero después de las últimas, que tuvieron lugar en noviembre, ha conseguido los apoyos parlamentarios necesarios.
Así, en el Congreso de los Diputados más fragmentado que ha tenido España, el político socialista ha logrado recabar el respaldo de las fuerzas políticas Unidas Podemos (UP), Partido Nacionalista Vasco (PNV), Más País-Equo, Compromís, Nueva Canarias (NC), Bloque Nacionalista Galego (BNG) y Teruel Existe.
Votación ajustada
Después de que este domingo Sánchez no consiguiese la mayoría absoluta, necesaria en la primera votación, este martes, en la segunda, sí ha logrado la mayoría simple, es decir, más síes que noes. Así, la investidura ha salido adelante con 167 votos a favor frente a 165 votos en contra y las 18 abstenciones de los indepententistas de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y de EH Bildu.
La votación ha sido realmente ajustada y hasta el último momento se temió que algún diputado cambiara el sentido de su voto, pues un empate entre síes y noes habría hecho decaer la investidura.
Durante las tres jornadas que ha durado esta sesión se han vivido momentos de gran tensión, protagonizados por los escaños de la derecha parlamentaria. Desde Ciudadanos, su portavoz, Inés Arrimadas, ha invitado al trasfugismo, solicitando que algún diputado socialista cambiara su voto afirmativo por uno negativo. Por su parte, la formación ultraderechista Vox ha llegado a animar a un golpe de Estado. Lo ha hecho por medio de su europarlamentario Hermann Tertsch, que a pesar de no estar presente en el Hemiciclo ha irrumpido en el debate a través de un tuit en el que pedía la actuación del Ejército.
Críticas a los apoyos recabados por el PSOE
Así las intervenciones de los representantes de los grupos parlamentarios que se oponían al nombramiento de Sánchez se han centrado en la política de pactos del Partido Socialista, sobre todo en lo referente a los acuerdos alcanzados con ERC, más que en debatir las medidas propuestas por el candidato o a ofrecer alternativas, lo que ha resultado en un debate bronco, con abucheos, gritos e improperios.
Otro de los reproches más duros y frecuentes contra Sánchez tiene que ver con que el partido independentista vasco EH Bildu –al que la derecha acusa de ser heredero de quienes apoyaron la lucha terrorista en el pasado– se abstuvo para permitir su investidura. Por ello, las menciones a la banda terrorista ETA han vuelto con insistencia al debate público, a pesar de que esta organización anunció el cese de sus actividades en 2011.
Acoso a los diputados que apoyaban a Sánchez
Las apelaciones a los parlamentarios socialistas para que no respeten la disciplina de voto de su partido no han sido un caso aislado. De hecho, el diputado de Teruel Exite, Tomás Guitarte, ha sido uno de los más acosados desde que anunció su postura a favor de la investidura de Pedro Sánchez.
El líder de Vox, Santiago Abascal, se refirió a él reiteradamente en su intervención en la Cámara y animó a través de las redes sociales a acampar en el Ayuntamiento de Teruel para presionar al parlamentario. Además, Guitarte denunció cómo en los últimos días aparecían pintadas insultantes en su pueblo natal, tanto contra su persona, como contra la formación a la que representa.
Primer Gobierno de coalición
El resultado de esta histórica votación da luz verde a un Ejecutivo inédito desde la transición a la democracia en el país. De esta manera, Sánchez conformará por primera vez un Gobierno de coalición en el que estarán presentes miembros del Partido Socialista y de Unidas Podemos.
Este acuerdo se conoció el pasado 30 de diciembre, cuando ambas formaciones hicieron público un documento con las principales medidas programáticas acordadas por ambas fuerzas políticas.
Además, será la primera vez desde la II República española (1931-1936) en la que ocupará el poder un partido situado en la izquierda ideológica del Partido Socialista. Desde que se restauró la democracia, tras las cuatro décadas de dictadura franquista, tan solo socialistas y Partido Popular habían formado Gobierno, en un régimen caracterizado por el bipartidismo.
La inclusión de miembros de UP en el Consejo de Ministros de Sánchez, junto a los pactos que los socialistas han alcanzado con diversas fuerzas regionalistas y nacionalistas, ha sido la principal fuente de críticas de los partidos de la derecha, que durante la sesión de investidura han dedicado a Sánchez insultos: traidor, mentiroso, sociópata, anticlerical, guerracivilista, estafador o charlatán, han sido algunos de ellos.
Medidas estrella
Ya se conocen muchas de las medidas más importantes que el nuevo Ejecutivo pretende implementar. Se avanzaron en el texto conjunto anunciado por los dos partidos que conformarán el Gobierno bicolor y las desgranó el propio Pedro Sánchez en el discurso con el que inició el debate que ha concluido con su investidura.
Así, el socialista anunció un aumento de los impuestos para las rentas más altas (a partir de 130.000 euros) y un aumento progresivo de las partidas destinadas a Educación y Sanidad para alcanzar a lo largo de la legislatura el 5 % y el 7 % del PIB respectivamente.
En cuanto a la educación se pretende poner en marcha una nueva ley, que no podrá ponerse en funcionamiento hasta al menos 2021. Aunque sí se podrá materializar a más corto plazo su intención de que la asignatura de religión no compute para las notas y no cuente con una asignatura alternativa.
Referida también a la Iglesia católica se encuentra la propuesta de revisar las inmatriculaciones que realizó la institución religiosa en España en las últimas décadas y devolver a sus legítimos propietarios aquellos bienes que hubieran sido registrados a nombre de la Iglesia de manera irregular.
En materia social Sánchez planifica subir el salario mínimo hasta el 60 % de la media del salario nacional (alrededor de 1.200 euros), poner en marcha un Ingreso Vital, actualizar anualmente las pensiones con arreglo al IPC (índice de precios al consumo) y dar instrumentos a los Ayuntamientos para que puedan limitar la subida de los precios de los alquileres de vivienda.
Durante su discurso, el candidato socialista anunció que se declarará el 31 de octubre como el día del recuerdo a las víctimas del franquismo, y el 8 de mayo como el día para el recuerdo de las víctimas del exilio.
Por Nuria López, RT