El suceso se produjo en la ciudad de Zhengzhou, capital de la provincia central china de Henan, donde las excavadoras comenzaron a destruir un hospital afiliado a la universidad local.
El diario mostró imágenes de dos consultas con sus paredes destruidas, en las que los médicos mostraban los destrozos causados.
Según la información, la demolición por sorpresa destruyó el departamento de radiología y equipamiento sanitario valorado en cuatro millones de yuanes (unos 607.000 dólares).
Además, varios empleados del centro médico resultaron heridos al intentar detener a los operarios de las excavadoras, y seis fallecidos que se encontraban en el depósito de cadáveres del hospital quedaron completamente enterrados entre los escombros.
El diario oficial no detalló las causas de la demolición, aunque este tipo de actos ilegales son frecuentes en China debido a conflictos de propiedad en los que los gobiernos locales suelen actuar con laxitud frente a los abusos de las constructoras.
En estos conflictos, las constructoras suelen destruir sin miramientos viviendas y otros edificios aunque sus inquilinos no quieran marcharse (por desacuerdos sobre las indemnizaciones que deben recibir, o por la simple negativa a dejar sus hogares).