En una sesión de la Cámara de Senadores, el legislador Héctor Acosta expresó su inconformidad con la presencia de agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) en intersecciones donde los semáforos funcionan correctamente.
“¿Cómo es posible que si un semáforo está funcionando a la perfección, se le ponga un agente de la Digesett al lado? Mi inquietud es: o quitan el semáforo, o quitan el agente”, expresó Acosta, subrayando que la presencia de ambos genera más caos en el tránsito en lugar de agilizarlo.
El director del Instituto Nacional de Tránsito y Transporte Terrestre (Intrant), Milton Morrison, coincidió con la postura del senador de Monseñor Nouel. “Yo estoy de acuerdo con usted, cuando un semáforo funciona no se necesita la intervención humana”, afirmó Morrison, quien explicó que el Intrant trabaja en coordinación con la Digesett para orientar sobre la ubicación de los agentes de tránsito.
Morrison además recordó que, en el pasado, la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMET) tenía una doble función como regulador y operador, lo que permitía una mejor gestión del tránsito. Sin embargo, la división de funciones establecida en la legislación actual ha generado dificultades en la operatividad del sistema.
El debate deja sobre la mesa la necesidad de revisar la estrategia de control del tráfico y evitar que medidas innecesarias contribuyan al congestionamiento vial en las principales vías del país.