La denuncia fue enviada al WhatsApp de RCnoticias By Roberto Cavada donde Melina Ortiz, empleada del Hospital Regional Infantil Arturo Grullón, conocido popularmente como el “Hospital de Niños”, revelo una serie de abusos y vulneraciones de derechos laborales que, según la denunciante, se iniciaron tras el cambio de gestión en el hospital en febrero de 2024. Ortiz narro con detalle su experiencia de hostigamiento laboral y despido injustificado en lo que ella describe como una “pesadilla”.
Melina Ortiz comenzó a trabajar en el hospital en octubre de 2022, bajo la gestión de la entonces directora, Doctora Mirna López Francisco. En febrero de 2024, la Doctora López fue reemplazada por la Doctora Alicia Rivas, quien, según Ortiz, fue la que comenzó a orquestar un trato inadecuado hacia ella.
Según el relato de Ortiz, todo comenzó el primero de abril de 2024, cuando sufrió una caída estando en su cuarto mes de gestación, lo que la obligó a tomar una licencia por trauma lumbar. Durante los primeros días de su ausencia, todo parecía estar en orden, pero a los 16 días de su licencia, recibió la noticia de que había sido destituida del cargo de encargada de admisiones sin previo aviso ni justificación alguna. La decisión fue tomada por la nueva gestión, que a su parecer, había manejado la situación de forma arbitraria e irregular.
“Me destituyeron sin explicaciones, enviaron a otra persona para que me reemplazara, sin que nadie me lo informara”, expresó Ortiz. A pesar de contar con una asistente para cubrir su puesto durante su licencia, la decisión fue tomada sin su consentimiento, lo que la llevó a contactar a Recursos Humanos para esclarecer la situación. La respuesta que recibió fue que su cargo había sido dejado sin funciones, pero la razón seguía sin quedar clara.
La situación empeoró cuando, a su regreso al hospital el 23 de abril de 2024, Ortiz fue llamada a una reunión con la directora, quien supuestamente la había reasignado a un área de ginecología. Sin embargo, se le impuso un horario diferente al previamente acordado, cambiando su jornada laboral de 8 a 3 a un horario inconveniente para ella. “Comenzaron a hacerme cambios constantes en el área, sin ningún tipo de consideración por mi estado de salud”, explicó.
Las tensiones aumentaron cuando, según Ortiz, la directora comenzó a difamarla, acusándola de intentar dañar al hospital y de cometer faltas graves de difamación e injuria. Estas acusaciones fueron usadas como justificación para su despido.
A pesar de su situación, Ortiz decidió acudir a los medios de comunicación para visibilizar lo que consideraba una injusticia. Esta decisión, según ella, marcó el inicio de una serie de represalias que culminaron con su despido el 26 de diciembre de 2024. La carta de despido incluía acusaciones infundadas y una serie de alegatos que Ortiz niega rotundamente.

“Me dijeron que había cometido faltas graves por difamación a la autoridad superior, pero nunca se me dio la oportunidad de defenderme”, explicó Ortiz. Después de varias instancias legales y apoyada por su abogado, Ortiz logró que se reconociera la irregularidad en su despido y, finalmente, se le otorgara el reintegro al hospital.
Sin embargo, su regreso no fue fácil. “Me presenté con mi abogado para firmar mi reintegro, y de repente, me informaron que tenía una suspensión de 30 días con disfrute de salario”, relató Ortiz, quien denunció que esta última acción es otro intento de represalia por su resistencia.