LA VANGUARDIA- El nuevo formato de la Copa Davis impulsado por Gerard Piqué le trajo suerte a España, que hizo buena su condición de favorita y se llevó su sexta Ensaladera en una final en la que fue muy superior a Canadá, la gran sorpresa del torneo. España sufrió esta noche menos que en los cuartos de final ante Argentina o en la semifinal ante Gran Bretaña. En la pista central de la Caja Mágica, que registró por primera vez un lleno absoluto, con 12.500 espectadores, el equipo de Sergi Bruguera se ahorró el dobles.
Roberto Bautista y Rafa Nadal ganaron sus dos partidos en dos sets. Sólo en el de Nadal hubo emoción, muy exigido en el segundo set por un Shapovalov que le llevó al tie break. Esta es la quinta Ensaladera de Nadal, la figura indiscutible de esta edición.
La nueva Copa Davis se va de Madrid con sensaciones encontradas. El nuevo formato ha sido un éxito en opinión de los tenistas, pero la organización del torneo ha recogido también críticas durísimas, en particular por unos horarios que todo el mundo reconoce que han sido un disparate, con eliminatorias que terminaron entre las tres y las cuatro de la madrugada. De hecho, en los últimos días la organización se avino a adelantar media hora el comienzo de los partidos. La Caja Mágica tampoco se libró de algunos reproches: buenas instalaciones en una ubicación inhóspita.
La final, por suerte para todos, acabó a un horario más decente, pero también se demoró al empezar con una hora de retraso sobre el horario previsto por unos soporíferos e innecesarios números musicales.
El partido inicial comenzó con sorpresa. No por el lado español, en el que volvió a jugar el número dos natural, Roberto Bautista, ausente los últimos días por el fallecimiento el jueves de su padre. Por Canadá saltó a la pista el joven de 19 años Felix Auger Aliassime, inédito hasta ahora por un esguince de tobillo y una de las promesas del tenis mundial. El capitán canadiense le vio recuperado y apuró su suerte con él al pensar que Bautista, un top diez mundial, lo hubiera tenido fácil ante Vasek Pospisil, quien había jugado hasta entonces de número dos.
El partido fue igualado sólo en el primer set. El canadiense resistió bien con su servicio y el set se decidió en el tie break, en el que se escapó el castellonense para ganarlo en su primera bola de set. El segundo set tuvo mucha menos historia. Aliassime entró en picado muy pronto, llenó su juego de dobles faltas y cedió la manga y el partido por un 6-3. Todo en una hora y 49 minutos.
Con la última bola ganada a Bautista le envolvió la emoción. Mientras el público coreaba su nombre, levantó su índice al cielo, dio un salto para fundirse en un abrazo con Sergi Bruguera y luego otro con Rafa Nadal. Se intentó que hablara en público, pero no le salieron las palabras y rompió a llorar.
Le quedaba a Rafa Nadal completar el trabajo ante otro zurdo como él, Denis Shapovalov, pero en ese momento la pequeña grada de animación de Canadá tenía ya aspecto de funeral y en la Caja Mágica nadie dudaba de que el manacorí fulminaría a su rival por la vía rápida, aunque el balance de enfrentamientos hasta ayer pedía ser más precavido porque sólo arrojaba un empate a uno.
Los comienzos del partido presagiaron una victoria cómoda para Nadal, que ganaba su servicio muy cómodo mientras que Shapo pasaba las de Caín para imponerse en el suyo, siempre, teniendo que superar alguna bola de rotura. El break llegó ya con el 2-3 y ahí Nadal encontró una autopista para ganar la manga con un 6-3 .
La segunda fue bastante más complicada. Shapovalov demostró ser mentalmente mucho más fuerte que Aliassime. Ajustó mejor sus primeros servicios y plantó cara a Nadal, que intentó sin éxito conseguir el break que le diera ventaja. Algunos de los juegos duraron nueve minutos.
Con 5-5, Nadal cometió un par de errores no forzados y Shapo ganó el juego y se aseguró el tie break. Ganó su juego Nadal y llegó el tie break que iba a ser el último de esta Davis.
El tie break resultó dramático. Nadal dispuso de dos set points, pero la reacción de Shapo fue típica de los grandes tenistas. Superó los dos y tuvo a su vez un bola de set que Nadal evitó con su saque. Tuvo Nadal un tercer match point y ahí ya no falló. Sacó Shapovalov y la respuesta al resto de Nadal se le fue fuera. Nadal ganaba su 31 partido de individual seguido, se tiró al suelo y fue abrazado por todos. España se llevaba la Ensaladera otra vez ocho años después y la Caja Mágica era una fiesta.