El reconocido cantante Marc Anthony sorprendió a su hijo Ryan Muñiz, fruto de su relación con la ex Miss Universo Dayanara Torres, con un regalo muy especial: su primer automóvil. Sin embargo, lo que más llamó la atención de los seguidores del artista no fue el hecho de que el joven recibiera un vehículo, sino la marca que eligió su padre: un Toyota Camry 2025.
El modelo en cuestión es un sedán de última generación que destaca por su elegancia, eficiencia y tecnología avanzada. En su versión base, tiene un precio inicial de $28,400 dólares en el mercado estadounidense y cuenta con un diseño aerodinámico renovado, opciones híbridas mejoradas y una cabina con innovaciones tecnológicas, como una pantalla táctil más grande y mayor conectividad.
Reacciones divididas en redes sociales
El gesto de Marc Anthony desató un intenso debate en redes, donde algunos elogiaron la decisión del artista por transmitir un mensaje de sencillez y responsabilidad, mientras que otros esperaban que su hijo recibiera un automóvil de una marca más exclusiva.
“Felicito a Marc por esa decisión. Es un carro bueno para la edad de él, sin tanta apariencia. Que el próximo se lo compre él mismo”, comentó un seguidor. Otro agregó: “Puede ser el Toyota más caro, pero ese hombre es millonario. Puede comprarle el dealer si quiere y muchos no tienen para la renta, pero le compran BMW a los hijos”.
En contraste, algunos usuarios se mostraron sorprendidos de que el hijo de un artista con la fortuna de Marc Anthony no recibiera un vehículo de lujo. “¿Por qué Marc le compra un Toyota en vez de un Mercedes?”, preguntó un usuario. Otro mencionó: “Las amigas de mi hijo en Miami tienen Mercedes con 17 años”, comparando la elección del cantante con la de otras familias adineradas.
Un mensaje de humildad y responsabilidad
Más allá de la controversia, la decisión de Marc Anthony ha sido vista por muchos como un intento de inculcar valores de responsabilidad y humildad en su hijo, evitando caer en los excesos del lujo desmedido. Con este regalo, el artista reafirma su creencia de que el éxito no se mide por lo material, sino por el esfuerzo personal y los valores familiares.