Un inusual y aterrador incidente tuvo lugar la pasada semana en el Estrecho de Magallanes, en Chile, cuando un joven de 20 años, identificado como Adrián Simancas, fue tragado por una ballena jorobada mientras practicaba packrafting junto a su padre, en la Patagonia chilena.
El impactante momento, que fue capturado en video dejó a los testigos y a los propios involucrados en estado de shock. Según relató Dell, ambos se encontraban disfrutando de una jornada en el mar cuando de repente una ballena jorobada emergió frente a ellos y, en un inesperado momento tragó a su hijo. Tras un breve lapso de tiempo, la ballena se sumergió nuevamente en el agua, expulsando al joven, quien logró nadar hasta su bote y acercarse rápidamente a su padre, visiblemente asustado pero ileso.
Afortunadamente, el cetáceo no causó daño alguno. Aunque el encuentro fue extremadamente raro, los expertos explican que las ballenas jorobadas, cuya dieta se compone principalmente de plancton y peces pequeños, no suelen consumir humanos, razón por la cual el cetáceo liberó a Adrián sin causarle daños.
Este extraordinario suceso, que bien podría parecer sacado de una película, terminó por convertirse en una historia de supervivencia que resalta la imponente presencia de la fauna marina en la región y la tranquilidad ante lo inesperado.
Ambos, padre e hijo, se encuentran en buen estado de salud, y el joven Adrián, tras el susto, podrá contar a futuro una increíble experiencia en la que casi se convierte en protagonista de un encuentro cercano con una de las criaturas más majestuosas del océano.
