Las autoridades federales han iniciado redadas en Boston con el objetivo de deportar a inmigrantes indocumentados. Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) realizaron operativos en áreas como East Boston y Chelsea, resultando en la detención de varios individuos.
Estas acciones se enmarcan en una estrategia más amplia del gobierno federal para intensificar la aplicación de las leyes de inmigración. Recientemente, el presidente Donald Trump autorizó redadas migratorias en lugares considerados “sensibles”, como iglesias, escuelas y hospitales, eliminando las restricciones que desde 2011 protegían estos sitios de acciones de ICE y CBP.
La alcaldesa de Boston, Michelle Wu, expresó su oposición a estas medidas, afirmando que la ciudad no cooperará con las autoridades federales en los planes de expulsión de extranjeros ilegales.