El presidente Donald Trump y el vicepresidente JD Vance escuchan con cierta incomodidad la parte del sermón que incluye un llamado a proteger a los “niños homosexuales, lesbianas y transgénero” y a los inmigrantes ilegales que “recogen nuestras cosechas y limpian nuestras oficinas”.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, inició este martes su primer día en el poder con un servicio interreligioso en la Catedral Nacional de Washington, un evento que marca el cierre de los actos de su investidura, y más tarde se reunirá con líderes del Congreso y hará un “gran anuncio” sobre infraestructura.
Trump asistió a la ceremonia junto a la primera dama, Melania Trump. Desde la primera fila, ambos escucharon en silencio y con gesto solemne los rezos, las melodías del órgano y los cantos, incluido un ‘Ave María’. A su lado estaban el vicepresidente, JD Vance y su esposa, Usha.
La obispo episcopaliana Mariann Edgar Budde pidió a Trump y Vance tener “misericordia” con “los gais, lesbianas y niños transgenero”, así como por los que “recogen nuestras cosechas y limpian nuestras oficinas; los que lavan nuestros platos en un restaurante o los que hacen los turnos de noche en los hospitales”.
“Pueden que no sean ciudadanos o puede que no tengan la documentación apropiada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son criminales”, recordó Budde, entre la incómoda mirada de Vance, que en un momento buscó a Trump.
Este tipo de servicio es una tradición desde 1993, cuando el nuevo presidente asiste a una ceremonia de oración la mañana siguiente a su toma de posesión.