Marco Rubio, senador republicano por Florida, fue juramentado este martes como Secretario de Estado, marcando el inicio de una política exterior estadounidense enfocada en la defensa de sus propios intereses. Rubio, el primer miembro del gabinete del presidente Donald Trump en asumir su cargo, dejó claro que su gestión priorizará el fortalecimiento de la nación en el ámbito global.
“La prioridad del Departamento de Estado de Estados Unidos serán los Estados Unidos”, afirmó Rubio en su primer discurso como jefe de la diplomacia estadounidense, tras jurar su cargo ante el vicepresidente JD Vance. Subrayó que el presidente Trump delineó una política exterior basada en tres pilares fundamentales: hacer al país “más fuerte, más seguro y más próspero”.
El Senado confirmó unánimemente a Rubio pocas horas después de la toma de posesión de Trump el lunes. Conocido por su postura crítica hacia China y su firme respaldo a Israel, Rubio destacó la necesidad de promover la paz internacional, pero bajo el principio de “paz a través de la fuerza”, siempre sin comprometer los valores estadounidenses.
“El presidente ha dejado claro que este es un momento de transformación. La política exterior de Estados Unidos no solo buscará la estabilidad, sino también la defensa activa de nuestros intereses y principios en el mundo”, declaró Rubio.
Hijo de inmigrantes cubanos, Rubio, de 53 años, cuenta con una larga trayectoria en los comités de relaciones exteriores e inteligencia del Senado, donde ha sido un firme crítico de regímenes autoritarios como el de Nicolás Maduro en Venezuela. Durante su audiencia de confirmación, reiteró la importancia de reducir la dependencia económica y estratégica de China, prometiendo una política exterior robusta y alineada con los intereses estadounidenses.
Con su experiencia y visión, Rubio asume un papel clave en la administración Trump, en un contexto global desafiante.
