El responsable, que habló bajo condición de anonimato en cumplimiento de la normativa, identificó a las víctimas como los austriacos Renata y Wilhelm Weisslein, ambos de 72 años, y el sueco Sammie Olovsson, de 27. Todos sufrieron heridas superficiales, agregó.
Dos supuestos insurgentes atacaron a los tres turistas en un hotel en Hurghada a última hora del viernes. Las fuerzas de seguridad le dispararon a ambos sospechosos, matando a uno e hiriendo al otro antes de arrestarlo.
Este fue el segundo ataque a un hotel en sendos días. Un grupo afiliado al grupo extremista Estado Islámico reivindicó un ataque sin heridos ocurrido el jueves en un hotel en El Cairo, cerca de las pirámides. Egipto ha estado luchando contra una insurgencia islamista establecida en la norteña península del Sinaí, que se ha incrementado de manera significativa después de que el ejército derrocó al presidente islamista Mohammed Morsi en 2013.
El Ministerio del Interior egipcio dijo que en el ataque de Hurghada, dos hombres armados con cuchillos y pistolas de perdigones atacaron a los turistas en un restaurante frente a la playa del hotel Bella Vista, de cuatro estrellas.
Nadie se ha atribuido hasta ahora la responsabilidad del ataque en Hurghada.
Jan-Eric Olovsson, de 64 años y padre de la víctima sueca, dijo al diario Expressen de su país que ellos estaban cenando en el restaurante cuando los atacantes irrumpieron.
"Todo fue muy rápido. Estábamos sentados allí, estábamos comiendo y entonces aparecieron", relató. "Pensé que venían de fuera. A mí me apuntaron con la pistola tres veces y a Sammie lo apuñalaron con el cuchillo".
Según su relato, el joven sufrió cuatro heridas en el cuello pero "está bien" gracias a su fortaleza física. "Le dije que se quedara inmóvil", afirmó, recordando cómo su hijo yacía en un charco de sangre. "Me levanté varias veces y cuando vi que se habían ido, salí corriendo a la calle e intenté conseguir una ambulancia".
Agregó que otra mujer que estaba en el restaurante también sufrió heridas.
Poco después de la agresión, Sammie actualizó su perfil de Facebook diciendo que tuvo "suerte" al desviar el cuchillo cuando el atacante intentó herirlo en el pecho. Explicó que el arma le cortó algunos músculos del cuello pero que no alcanzó arterias ni nervios, por lo que podría ser dado de alta el sábado.
Las otras víctimas estaban lo suficientemente estables para recibir el alta también el sábado, dijo el director del hospital Nile, Reda el-Naggar, a The Associated Press.
El hotel Bella Vista, en declaraciones publicadas en Facebook, describió a los atacantes del viernes como personas "drogadas", sin dar más detalles. Los egipcios acostumbran culpar a algunos ataques a personas que consumen drogas o que tienen discapacidad mental, en un aparente intento por atajar una imagen de disturbios o inestabilidad que podría afectar su sector turístico.
Egipto ha estado intentando revivir su rama turística después de años de los disturbios derivados de la Primavera Árabe de 2011 que derrocó al autócrata Hosni Mubarak. El presunto atentado contra un avión de pasajeros ruso sobre la península del Sinaí el año pasado, reivindicado por el grupo extremista Estado Islámico, provocó cancelaciones de vuelos generalizadas, asestando un duro golpe uno de los principales sectores económicos del país.
Entretanto, en la ciudad gemela de El Cairo, Giza, hombres armados mataron a tiros a dos policías cuando iban a su trabajo el sábado, informó el ministerio del Interior.
El ministerio, que está a cargo de la policía, dijo que desplegó agentes para que investiguen el tiroteo y busquen a los sospechosos. Nadie se atribuyó la responsabilidad del ataque en Giza, pero fue muy similar a otros ataques que han sido reivindicados por Estado Islámico y otros milicianos.