Shigemitsu Tanaka, superviviente de Nagasaki: "Con Trump el futuro no parece esperanzador"

Shigemitsu Tanaka, superviviente de Nagasaki: "Con Trump el futuro no parece esperanzador"

“El futuro no parece esperanzador”, dijo hoy en Barcelona Shigemitsu Tanaka, superviviente de Nagasaki y copresidente de Nihon Hidankyo, organización que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2024, al hablar de su preocupación por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.

Tanaka sobrevivió a la bomba atómica con tan solo cuatro años, cuando vivía con su familia en Togitsu (Japón), a unos 6 kilómetros del epicentro de la explosión de Nagasaki.

El activista nipón encabeza una delegación de hibakusha, supervivientes de las bombas atómicas de Japón, que fueron homenajeados este martes en un acto del Ayuntamiento de Barcelona (noreste de España).

En una atención a los medios, Tanaka explicó las afectaciones a raíz de la explosión que aún persisten en los irradiados y también destacó “la importancia de luchar para promover la paz mundial”.

Asimismo, reflexionó sobre la actualidad y se mostró preocupado por la llegada al poder de Trump: “No soy político, así que no puedo expresar con detalles cómo puede ser la situación a partir de ahora, pero si tenemos en cuenta lo que hizo Trump en el primer mandato, el futuro no parece esperanzador”.

En la misma línea, Tanaka expresó su inquietud sobre la guerra entre Rusia y Ucrania, y dijo que, aunque no es capaz de prever si habrá una guerra nuclear, el riesgo del uso de este tipo de armas es “más alto que nunca”.

“Rusia debe acabar con las amenazas y poner fin a esta guerra”, reivindicó

La “maldición” que sufrieron las mujeres

En su discurso, Tanaka detalló cómo vivió la explosión nuclear del 9 de agosto de 1945 e hizo énfasis en la repercusión que tuvo el suceso para las mujeres: “Ellas fueron doblemente discriminadas porque la sociedad las repudió con la premisa de que no eran válidas para formar una familia”, destacó el activista.

Así, hizo referencia a la “maldición” que sufrieron en ese momento las mujeres de las ciudades bombardeadas, pues entonces se pensaba que, por el efecto de la radiación, ya no podrían gestar hijos sanos.

En el año 1956, los supervivientes de la bomba atómica decidieron formar la entidad Nihon Hidankyo (Confederación japonesa de organizaciones de víctimas bombas atómicas y de hidrógeno), con el objetivo de “salvar a la humanidad de su crisis a través de las lecciones aprendidas”, explicó Tanaka.

Nihon Hidankyo recibió el Premio Nobel de la Paz 2024 por sus 68 años de trayectoria, en la que ha atestiguado y dado voz a las experiencias de las víctimas, además de hacer un llamamiento al mundo para evitar el uso futuro armas nucleares.

Tanaka también habló sobre las nuevas generaciones y cómo la organización trabaja para que los jóvenes conozcan la historia y luchen en beneficio de la paz mundial.

“Cuando hablo de mi experiencia con los jóvenes veo que al principio no hay muchos interesados pero, a medida que escuchan mi historia, toman conciencia de lo que pasó y se comprometen a actuar de forma organizada”, explicó Tanaka.

De hecho, detalló que en Japón hay muchos jóvenes activos que organizan acciones en la calle y recogen firmas para conseguir la eliminación de las armas nucleares.

En el acto, donde asistieron entre otras autoridades la cónsul general de Estados Unidos en Barcelona, Lia Miller, el alcalde Barcelona, Jaume Collboni, señaló que “hoy no podría ser mejor día para hacer este homenaje, el día siguiente de la toma de posesión de un presidente de Estados Unidos que pretende abrir una nueva era en las relaciones internacionales”.

“Entramos en un escenario de hombres pretendidamente fuertes que entienden las relaciones internacionales como un juego de suma cero, en el que solo vale vencer, y esto tiene consecuencias también en el aumento del riesgo nuclear”, resaltó el alcalde.

Se estima que las bombas lanzadas en agosto de 1945, por orden del entonces presidente de Estados Unidos Harry S. Truman, mataron al instante 70.000 personas en Hiroshima y 40.000 en Nagasaki (110.000 en total), aunque otros cálculos que suman fallecimientos posteriores por enfermedades relacionadas con la radiación doblan esa cifra de víctimas mortales.