La entrevista de Penn con Guzmán, que escapó dos veces de prisiones mexicanas de máxima seguridad, fue publicada el sábado por la tarde en el sitio web de la revista Rolling Stone. La entrevista se habría realizado en un lugar no revelado de México en octubre pasado, unos dos meses antes de que Guzmán fuera recapturado el viernes en Los Mochis, Sinaloa, después de estar prófugo seis meses.
En la entrevista, Guzmán defiende su trabajo como líder de la red de narcotráfico más grande del mundo. Cuando se le pregunta si es responsable de las altas tasas drogadicción, responde: "No, eso es falso. El día que yo no exista, no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas".
En el artículo, Penn describe las complejas medidas de seguridad que tomó antes de su encuentro clandestino, que al parecer no fueron suficientes.
El funcionario federal mexicano -que pidió guardar el anonimato por no estar autorizado a hacer declaraciones públicas sobre el caso- aseguró el sábado a The Associated Press que fue la entrevista de Penn lo que llevó a las autoridades hasta Guzmán en una zona rural del estado de Durango en octubre.
Las autoridades que luego incursionaron en la zona decidieron no abrir fuego en esa ocasión porque Guzmán estaba acompañado de dos mujeres y una niña. En esa ocasión pudo escapar, pero las fuerzas de seguridad pudieron rastrearle una vez más hasta una casa en Los Mochis, donde efectivos de la Marina mexicana lo capturaron el viernes tras un tiroteo en el que murieron cinco personas.
El encuentro entre el actor estadounidense y Guzmán se produjo en Tamazula, un poblado en el estado de Durango -colindante con su natal Sinaloa-, agregó el funcionario.
La procuradora general de México, Arely Gómez, dijo el viernes que el contacto de Guzmán con actores y productores para una posible película biográfica ayudó a las autoridades a seguir la pista y capturar al narcotraficante más famoso del mundo.
En su artículo para Rolling Stone, Penn escribió que Guzmán estaba interesado en que se rodara una película sobre su vida. Guzmán quería que la actriz mexicana Kate del Castillo, que facilitó el encuentro entre el actor y el capo, participara en el proyecto.
"Le interesaba ver la historia de su vida contada en el cine, pero sólo confiaría en Kate para contarla", afirmó el actor, que aparece en una foto incluida en la entrevista estrechando la mano de Guzmán, que se muestra con el rostro descubierto.
Los representantes de Penn no hicieron declaraciones por el momento sobre lo dicho por las autoridades mexicanas.
Previamente el sábado, un funcionario policial mexicano dijo que México está dispuesto a extraditar a Guzmán a Estados Unidos, un cambio radical en la posición que expresó el gobierno mexicano tras la segunda captura del capo en 2014.
"México está listo. Hay planes de cooperación con Estados Unidos", dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a comentar el caso.
Sin embargo, el funcionario advirtió que podría producirse una larga espera hasta que la fiscalía estadounidense pueda ponerle las manos a Guzmán. "Se tiene que desahogar un proceso jurídico y la defensa tiene sus elementos jurídicos también", informó.
Altos cargos del partido del presidente, Enrique Peña Nieto, plantearon también la idea de una extradición, que habían rechazado de plano antes de la bochornosa fuga de Guzmán de la prisión mexicana de máxima seguridad el 11 de julio. Fue la segunda ocasión en la que escapaba de una prisión mexicana.
Sin embargo, aunque las autoridades mexicanas acepten el traslado, el abogado de Guzmán Juan Pablo Badillo dijo al periódico Milenio que la defensa ya ha presentado seis mociones contra las solicitudes de extradición.
"Pueden impugnar al juez, la causa probable, el proceso…", dijo Juan Masini, ex enlace del Departamento de Justicia de Estados Unidos en la embajada estadounidense en México. "Por eso puede llevar mucho tiempo. No lo apelarán todo de una vez… pueden hacerlo poco a poco, alargarlo de esta manera".
Después de su captura, el jefe del poderoso cártel de Sinaloa fue trasladado al aeropuerto de Ciudad de México, trasladado hasta un helicóptero ante la mirada de los medios y enviado de vuelta a la misma prisión de la que había escapado.
Las peticiones para una extradición rápida son las mismas que en febrero de 2014 tras la anterior captura de "El Chapo", que enfrenta cargos por tráfico de drogas en varios estados estadounidenses.
En ese entonces, el gobierno de México insistió en que podía hacerse cargo de un hombre que ya se había escapado de una cárcel de máxima seguridad, alegando que primero debía pagar su deuda con la sociedad mexicana.
El entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, dijo que la extradición podría hacerse efectiva sólo cuando "El Chapo" cumpliera su sentencia en México, "unos 300 o 400 años después".
Entonces Guzmán se fugó por segunda vez el 11 de julio ante las narices de los guardias y funcionarios de la cárcel más segura del país, valiéndose de un túnel sofisticado que mostró la profundidad de la corrupción en el país y puso en vergüenza al gobierno de Peña Nieto.
Guzmán también escapó de una prisión de máxima seguridad en 2001, cuando cumplía una sentencia de 20 años de cárcel. Según versiones, "El Chapo" se escondió en un carrito de lavandería, aunque algunos expertos dudan de esas aseveraciones. Guzmán pasó entonces 13 años prófugo.
Uno de los constructores de túneles más importantes de su red llevó a las autoridades hasta el barrio de Los Mochis que las autoridades vigilaron durante un mes, dijo Gómez. El equipo notó mucha actividad en la casa el miércoles y la llegada de un auto el jueves por la mañana. Las autoridades pudieron determinar que Guzmán estaba dentro de la vivienda, informó la procuradora.
Los miembros de la Marina se vieron recibidos a disparos al acercarse.
Guzmán y su jefe de seguridad, Iván Gastelum o "El Cholo Iván", pudieron escapar por el sistema pluvial de la ciudad hasta la calle, donde huyeron en vehículos. Los marinos los siguieron por las cañerías y después se acercaron siguiendo los avisos sobre dos hombres en vehículos robados, hasta detenerlos en la autopista.
El siguiente paso es crucial para Guzmán, cuya organización envía toneladas de cocaína y marihuana, además de fabricar y transportar metanfetaminas y heroína, sobre todo a Estados Unidos.
Según un comunicado de la oficina de la Procuraduría General de México, Estados Unidos presentó una solicitud de extradición el 25 de junio, mientras Guzmán estaba detenido, y otra el 3 de septiembre, cuando estaba prófugo. El gobierno mexicano determinó que ambas solicitudes estaban amparadas por el tratado de extradición y las envió a un comité de jueces federales, que emitieron órdenes de detención el 29 de julio y el 8 de septiembre, tras la fuga de Guzmán.
Estas órdenes judiciales no son de extradición aún, sino el inicio de un proceso hacia una posible extradición. La ley indica que ahora que Guzmán fue recapturado, México debe iniciar el proceso de nuevo.
En caso de que todo se agilice, el menor tiempo para que Guzmán sea extraditado sería seis meses, dijo un funcionario federal que habló bajo condición de anonimato, pero esto es improbable debido a las esperadas apelaciones de la defensa. Aunque suelen verse rechazadas, cada una de estas apelaciones implica que un juez debe programar una audiencia.
Eso podría tardar semanas o meses, lo cual demora la extradición, dijo la fuente. "Tenemos casos que llevan seis años", agregó.