En un acto de profunda angustia e impotencia, Mildred Correa, madre de Yeira Idraivia Encarnación Correa, acudió al Palacio de Justicia de Higüey llevando los restos de su hija, fallecida hace diez meses en circunstancias aún no aclaradas.
Correa profanó la tumba de su hija como un llamado desesperado a las autoridades judiciales de La Altagracia, exigiendo que se haga justicia en lo que ella cree fue un crimen.
La adolescente Yeira Encarnación murió el 15 de mayo de 2024 por asfixia por inmersión, según el diagnóstico médico. Sin embargo, Correa denunció que no se realizaron pruebas necesarias para determinar si fue víctima de abuso antes de fallecer.
La menor salió rumbo a la escuela pero nunca llegó, y más tarde se supo que había ido al río con amigos menores de edad. Fue hallada sin vida en el agua, alrededor de las 11:40 a.m. de ese día.
Las investigaciones iniciales llevaron a la detención de algunas personas, pero el caso permanece sin resolverse, lo que ha dejado a una madre desesperada en busca de respuestas y justicia.
