Desde hace mucho tiempo, los periodistas que cubren la fuente del Palacio Nacional se han estado quejando la incomodidad que representa para ellos realizar el trabajo que les es asignado por sus superiores de los distintos medios de comunicación, sobretodo cuando se trata de un avento fuera del Palacio Nacional.
“Una carpa para los periodistas”, es una frase que se escuchó dentro del murmullo que se armó la noche de este miércoles cuando la lluvia atacó y mojó a los miembros de la prensa, en un acto encabezado por el presidente Luis Abinader, y a sabiendas de que estuvo lloviendo toda la tarde, no se ubicó a los periodistas, fotógrafos y camarógrafos debajo de una carpa, como la tenían los graduandos, la mesa de hornor y los invitados.
Además de algunos inconvenientes que se presentan para entrar a los eventos oficiales fuera del Palacio Nacional, aún con acreditación y habiendo invitado a la prensa, hay que lidiar muchas veces con la lluvia, el sol, el calor, una pantalla o una columna que obstruye el escenario, etc., simplemente porque previamente no se dispone de un lugar digno y adecuado para que los medios puedan tomar sus imágenes y hacer un trabajo con calidad.
¿Cuál es el valor que realmente tiene la prensa en estos aventos?
Aveces nos preguntamos: “Si nos van a tratar mal, para qué nos invitan”.