Residentes dominicanos en diversas ciudades de los Estados Unidos han expresado su alegría al disfrutar de experiencias que les conectan con sus raíces, destacando cómo estos espacios y eventos fortalecen su identidad cultural y mantienen vivo el sentimiento de pertenencia.
Desde restaurantes con auténtica comida criolla hasta actividades culturales, los dominicanos han encontrado maneras de recrear su tierra natal en el extranjero. “Es como volver a casa cada vez que pruebo un mangú con queso frito o escucho un buen merengue”, comentó Ana María Hernández, residente de Nueva York, quien asiste regularmente a eventos comunitarios.
La creciente popularidad de establecimientos como bodegas, supermercados con productos autóctonos y festivales anuales de música dominicana ha sido fundamental para esta conexión. Estas iniciativas no solo ofrecen a los dominicanos un espacio para recordar su patria, sino también para enseñar a las nuevas generaciones sobre sus tradiciones.
“Traer un pedacito de la República Dominicana a este país es lo que nos ayuda a seguir adelante”, dijo Miguel Ramírez, un inmigrante que vive en Boston y asiste a actividades culturales organizadas por asociaciones dominicanas.
Con más de 2 millones de dominicanos viviendo en los Estados Unidos, esta diáspora continúa destacándose por mantener vivas sus costumbres y valores mientras celebran su herencia cultural, creando un puente entre dos mundos.
