Luiz Inácio Lula da Silva, expresidente de Brasil (2003-2010), ha sido liberado de la Superintendencia de la Policía Federal de Curitiba, en el estado de Paraná, donde permaneció un año y siete meses privado de libertad.
Vestido todo de negro, Lula ha sido recibido entre abrazos por sus familiares y una multitud de simpatizantes ataviados con camisetas rojas, símbolo del Partido de los Trabajadores (PT), que esperan que diga algunas palabras. Cánticos, petardos y una marea de banderas, muchas con las fotos del petista, dan la bienvenida al líder.
Su salida obedece a una orden del juez federal Danilo Pereira, dictada después de que los abogados del exmandatario pidiesen su libertad formalmente el viernes tras un fallo adoptado por el Supremo Tribunal Federal (STF).
Sentencia del STF
Siguiendo el principio constitucional de presunción de inocencia, los jueces del STF decidieron el jueves, por seis votos a cinco, revocar la ejecución de la pena después de una condena en segunda instancia, por lo que la orden de prisión solo podrá darse después de resolver todas las apelaciones posibles. Al antiguo líder sindical le quedan todavía recursos pendientes, por lo que ha quedado en libertad.
Lula, líder del PT, cumplía desde abril de 2018 una pena de 8 años y 10 meses de prisión por lavado de dinero y corrupción pasiva en el caso de un departamento triplex, en el marco de la ‘Lava Jato’. Los abogados del petistas piden que se anulen las condenas impuestas por Moro, porque consideran que no actuó con imparcialidad cuando juzgó al expresidente.
El líder histórico de la izquierda fue condenado también a 12 años y 11 meses de cárcel por corrupción y lavado de dinero en la reforma de una casa en Atibaia, São Paulo, pero la condena no está confirmada en segunda instancia. Además, tiene por lo menos otros seis procesos abiertos ante la Justicia.
Denuncia ser víctima de una conspiración
“Creo que habrá justicia en este país siempre y cuando las personas se den cuenta de que la mentira no puede prevalecer”, dijo Lula en una reciente entrevista en exclusiva con RT. “Y que el Tribunal Supremo de Brasil, como institución garante de nuestra Constitución, permita que las cosas vuelvan a funcionar normalmente y no dejará que la mentira prevalezca sobre la verdad”, vaticinó.
Fuente: RT Actualidad