Cada 31 de octubre, Halloween ilumina las calles con una explosión de colores, disfraces, dulces y decoraciones que celebran lo espeluznante y lo sobrenatural. Aunque para muchos, esta festividad es una excusa para disfrutar y divertirse, Halloween tiene raíces profundas que abarcan siglos de historia y diversas influencias culturales.
Halloween se remonta a la antigua festividad celta conocida como Samhain, que marcaba el fin de la temporada de cosechas y el inicio del invierno en regiones de Irlanda, Reino Unido y el norte de Francia. Durante esta noche, los celtas creían que la frontera entre el mundo de los vivos y los muertos se desdibujaba, lo que permitía a los espíritus cruzar hacia el mundo terrenal. Para protegerse de los espíritus malignos, encendían hogueras y usaban disfraces para ahuyentarlos.
Con el tiempo, las festividades paganas se mezclaron con tradiciones cristianas cuando el 1 de noviembre fue declarado el Día de Todos los Santos, o “All Hallows’ Day”, una fecha en la que se honraba a los santos y mártires. Así, la noche anterior, conocida como “All Hallows’ Eve”, se fue transformando en Halloween, manteniendo el misterio y el folclor de sus raíces celtas.
Halloween llegó a Estados Unidos con los inmigrantes irlandeses durante el siglo XIX, y se fue adaptando a las costumbres locales. La tradición de pedir dulces, conocida como “trick-or-treating”, comenzó a popularizarse en la década de 1920 y se consolidó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los dulces se convirtieron en una opción accesible y divertida para regalar a los niños.
Actualmente, Halloween se ha convertido en una festividad de alcance global, celebrada en varios países, como México, Canadá y Japón, que han adaptado la tradición a sus propias culturas. En México, por ejemplo, se une con el Día de Muertos, una celebración en la que se honra a los difuntos con altares, calaveras de azúcar y velas.
Hoy en día, Halloween es mucho más que una noche de sustos y disfraces. Para muchos, representa una oportunidad para explorar y compartir aspectos creativos y lúdicos de la personalidad, además de fortalecer la comunidad. Desde desfiles, concursos de disfraces y decoraciones elaboradas hasta maratones de películas de terror y casas encantadas, Halloween permite a las personas escapar de lo cotidiano y sumergirse en lo misterioso.
A pesar de las controversias que rodean esta celebración, Halloween continúa siendo una de las festividades más esperadas del año, reuniendo a personas de todas las edades para celebrar lo desconocido y lo sobrenatural.
