En opinión de Matt A. Barreto, director del Proyecto de Derecho al Voto del Instituto de Política Latina de la Universidad de California (UCLA), hay más posibilidades de que el primer candidato final latino sea demócrata, ya que “fuera de la ciudad de Miami los votantes latinos votan mayoritariamente por los demócratas”.
Aunque si Kamala Harris gana la presidencia frente a Donald Trump con un fuerte apoyo latino, señala, sin duda “pondrá presión sobre el Partido Republicano” y “podría ser posible ver a alguien como Marco Rubio intentar de nuevo la presidencia en 2028”.
Del lado demócrata, agrega, “mirando hacia el futuro” hay “una serie de senadores estadounidenses latinos de muy alto perfil, como Alex Padilla, Ben Ray Luján, Catherine Cortez Masto y pronto Rubén Gallego, que son estrellas en ascenso”.
“Tampoco descartaría a alguien como Julián Castro, que ya tiene esa valiosa experiencia de postularse a la presidencia en 2020 y tiene experiencia como secretario de gabinete y alcalde de una ciudad importante” (San Antonio), agrega.
¿Cómo será el primer presidente latino?
Pase el tiempo que pase, el nombre del candidato a la presidencia -republicano o demócrata- no será el primero que figura en las papeletas.
En estas elecciones hay ya uno, el de Claudia de la Cruz, aspirante del Partido Socialismo y Liberación (PSL), cuyo nombre estará presente en 21 de los 50 estados, en los que el partido ha superado las distintas y complejas barreras para ser candidato.
Nacida en el sur del Bronx de padres inmigrantes de la República Dominicana, De la Cruz reconoce a EFE que no tiene ninguna opción, pero destaca que su participación es “una oportunidad para hacer educación masiva e intervenir dentro del discurso político”.
En su opinión, la llegada de un latino a la Casa Blanca “es inevitable”. “El tema es que quien lo logre realmente represente los intereses de la comunidad latina trabajadora de este país”, reclama.
De la Cruz cree que hoy en día la presencia de latinos en la política “es algo muy cosmético, muy superficial”.
“Su representación no es de los intereses reales de la clase trabajadora, sino que están representando los intereses de la clase que domina”, relata a EFE la candidata del partido de ideología marxista-leninista.