El béisbol está de luto. Este martes falleció a los 63 años Fernando Valenzuela, legendario lanzador mexicano que dejó una huella imborrable en las Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles. Conocido por su imponente “tirabuzón” y su presencia en el montículo, Valenzuela fue pieza clave en la victoria de los Dodgers en la Serie Mundial de 1981, donde fue galardonado con el premio ‘Cy Young’ y el trofeo al novato del año.
Nacido en Etchohuaquila, Sonora, “El Toro” rompió moldes desde su debut a los 19 años, protagonizando un inicio de temporada de ensueño en 1981 al ganar sus primeros ocho juegos, desatando la famosa “Fernandomanía”. Su estilo inconfundible, con la mirada al cielo antes de lanzar, lo convirtió en un ídolo tanto en Estados Unidos como en México.
Valenzuela marcó otras páginas doradas en su carrera, como su histórico juego de “cero hit, cero carrera” contra los Cardenales de San Luis en 1990. Durante sus 17 temporadas en las Ligas Mayores, acumuló 173 victorias y más de 2,000 ponches, consolidándose como uno de los grandes del béisbol.
Su legado trasciende generaciones y fronteras, comparable solo con las hazañas de otros gigantes del deporte mexicano como Hugo Sánchez y Julio César Chávez. Curiosamente, el próximo viernes los Dodgers y los Yanquis disputarán una nueva Serie Mundial, un guiño cósmico que hará que millones de aficionados lo recuerden con cariño, imaginándolo una vez más, con la mirada fija en las estrellas.