El abogado de Elizabeth Silverio, Dr. Cándido Simón, calificó la sentencia emitida contra su defendida como “cruel, excesiva e inhumana”.
Según el jurista, la condena fue dictada más por una “aclamación popular” que por un análisis imparcial de las evidencias presentadas durante el proceso judicial.
Simón sostiene que la decisión fue influenciada por un pequeño sector de la sociedad que, movido por el odio y el rencor, buscaba un castigo ejemplar para Silverio, a quien describe como una persona desposeída.
La multa de 2 millones de pesos por cada querellante, argumenta, es una medida simbólica para enviar un mensaje sobre “quién manda en la justicia penal.