Córdoba (Argentina), 18 oct (EFE).- La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) alerta de que el resultado de las elecciones estadounidenses podría tener un impacto significativo en materia de libertad de prensa y recuerda que la campaña ha estado marcada por críticas o reticencias de ambos equipos hacia los medios.
En su informe, que está pendiente de aprobación por parte de su asamblea, la organización recuerda que desde el pasado marzo se han registrado en Estados Unidos 59 agresiones a periodistas, unos ataques que en su opinión pueden haberse visto incentivados por las convenciones de ambos partidos.
La celebrada en julio en Milwaukee por parte del Partido Republicano oficializó la candidatura del exmandatario y candidato conservador Donald Trump (2017-2021), mientras que la organizada por los demócratas en Chicago en agosto hizo oficial la de la vicepresidenta Kamala Harris, que tomó el relevo de Joe Biden después de que este renunciara a un segundo mandato.
Su informe sobre el país cita ataques concretos, como el reportado en julio por un reportero del Chicago Reader que dijo haber sido agredido por policías u otro en junio cuando un fotoperiodista freelance fue rociado con gas pimienta y su cámara fue derribada mientras documentaba un enfrentamiento entre manifestantes propalestinos y proisraelíes en Los Ángeles.
Pero la organización pone ante todo el foco en los aspirantes a la presidencia en las elecciones del 5 de noviembre.
Trump, según destaca, continúa criticando a los medios y esa opinión se traslada a sus bases.
Después de su primer intento de asesinato en julio en Butler, en el que resultó herido en una oreja, los periodistas en el terreno “reportaron intercambios acalorados con asistentes al mitin que corearon a la prensa presente: “Noticias falsas”, “Esto es culpa tuya” y “Tú eres el siguiente”.
También se recuerda que después del debate entre Harris y Trump muchos republicanos de alto nivel y portavoces de Trump criticaron a ABC News y a sus moderadores considerando que habían actuado como “agentes” de la campaña demócrata.
La SIP no escatima tampoco llamadas de atención hacia los demócratas.
Biden, por ejemplo, también criticó a los medios después de una intensa cobertura sobre su pobre desempeño en el debate con Trump, y se le ha reprochado ser menos accesible para la prensa que sus predecesores. Harris, a su vez, durante semanas tras el anuncio de su candidatura solo concedió una entrevista, a la cadena CNN.
La SIP añade que “las citaciones (judiciales) para la obtención de trabajos periodísticos siguen siendo una preocupación” en el país.
Las directrices del Departamento de Justicia impiden el uso de procesos legales obligatorios para obtener información de los medios comprometidos en la recolección de noticias, excepto en circunstancias limitadas. Sin embargo, esta política no es definitiva y sin una ley federal de protección los periodistas siguen siendo susceptibles de citaciones.
La llamada PRESS Act, que prohíbe el uso de citaciones y registros con el fin de identificar fuentes confidenciales, fue aprobada en la Cámara de Representantes a principios de año, pero tiene pendiente la validación del Comité Judicial del Senado.
En las elecciones se someterá a voto también toda la Cámara de Representantes, actualmente bajo control republicano, y un tercio del Senado, de mayoría demócrata.
La SIP comenzó este jueves su 80 asamblea anual en la ciudad argentina de Córdoba. El encuentro tendrá lugar hasta el sábado y servirá para que directivos, editores y responsables de medios de toda la región debatan sobre los desafíos de la profesión.