Basilia Ortiz Núñez, víctima y querellante en un caso de negligencia médica, declaró ante el Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional que Elizabeth Silverio, imputada en el proceso, le entregó un diagnóstico erróneo de asperger para su hija de 5 años. Tras realizar una evaluación en otro centro, la niña fue diagnosticada con autismo moderado-severo, complicación que se agrava por su condición de epilepsia y las convulsiones que sufre.
Ortiz describió que durante su visita al centro, Silverio vestía un uniforme de médico que la identificaba como neurocirujana, lo que le generó mayor confianza. Además, la imputada afirmó ser pastora, lo que llevó a la madre a solicitarle oraciones por la salud de su hija.
La madre denunció que esta experiencia le ha causado no solo sufrimiento emocional, sino también un gasto de más de 300 mil pesos, suma que logró cubrir con ayuda de donaciones de familiares.
Ortiz lamentó que durante el tiempo que su hija estuvo bajo el supuesto tratamiento, no se le proporcionaron las terapias necesarias para su desarrollo, lo que afectó gravemente su progreso. El informe del centro, que demuestra las irregularidades en el diagnóstico y tratamiento, fue presentado como prueba ante las juezas Arlin Ventura Jiménez, Leticia Martínez Noboa y Evelyn Rodríguez.