España no estará representada en la investidura de la nueva presidenta de México, Claudia Sheinbaum, el 1 de octubre, en respuesta a la decisión de México de no invitar a Felipe VI por negarse a condenar los “agravios” de la conquista española.
La propia Sheinbaum emitió este miércoles un comunicado, explicando los “antecedentes” que le llevaron a invitar solamente al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y no al monarca, que es quien suele representar a España en las investiduras latinoamericanas antes incluso de ser rey.
Entre esos “antecedentes”, Sheinbaum cita la carta que el actual presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, cursó en 2019 al rey invitándole, a él y al papa, a reconocer “los agravios causados” por la Conquista de México (1521-1821).
“Lamentablemente, dicha misiva quedó sin respuesta”, añadió la presidenta electa, reprochando además que fuera filtrada a los medios.
La que será primera presidenta de la historia de México aclaró que ya abordó el tema con Sánchez. “Hace un par de días me llamó y conversamos sobre el particular”, añadió sin dar detalles.
López Obrador, presidente desde 2018, decretó en dos ocasiones una “pausa” en las relaciones bilaterales con España, una por el asunto de la carta y otra por considerar abusivas las prácticas de las empresas energéticas españolas en México.
Horas antes de las explicaciones de Sheinbaum, el ministerio de Asuntos Exteriores español emitió un comunicado tildando de “inaceptable” que el rey Felipe VI no fuera invitado.
“El Gobierno de España considera inaceptable la exclusión de S.M. [su majestad] el Rey de la invitación a la toma de posesión”, aseguró el ministerio la noche del martes. “Por este motivo (…) ha decidido no participar en dicha toma de posesión a ningún nivel”, añadió.
Las autoridades mexicanas publicaron hace una semana el listado de personalidades que asistirán a la juramentación de la primera mujer presidenta en la historia del país.
El monarca español no aparece en la lista, que sí incluye a importantes líderes de la izquierda latinoamericana, como el mandatario brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, y otras figuras como Jill Biden, la esposa del presidente de Estados Unidos.
“El jefe del Estado, el rey de España, va siempre a todas las tomas de posesión y por tanto no podemos aceptar el que en este caso se le excluya”, dijo este miércoles la ministra de Defensa española, Margarita Robles, en declaraciones a la prensa en el Congreso de los Diputados.
“Y por tanto”, continuó Robles, “si se excluye al jefe del Estado, España no va a estar representada, lo cual sentimos muchísimo porque el pueblo mexicano es un pueblo hermano”.
Representante habitual en las investiduras
Como heredero al trono y luego rey, Felipe VI ha participado en unas 80 ceremonias de investidura en América Latina, según el diario español El País, que fue quien primero informó del asunto.
En 2022, en la investidura del izquierdista Gabriel Boric en Chile, éste criticó que la ceremonia sufriera un retraso porque Felipe VI llegó tarde, algo que la Casa Real atribuyó a un problema de planificación que no fue responsabilidad del monarca. El Gobierno chileno se retractó luego.
Ese mismo año, en la toma de posesión de Gustavo Petro en Colombia, se le reprochó al monarca no haberse levantado al paso de la espada del libertador Simón Bolívar, como hicieron otros invitados.
Recordando este episodio, la diputada de extrema izquierda española Ione Belarra, del partido Podemos, defendió la decisión de México de no invitarle. “El rey avergonzó a España en la toma de posesión de Gustavo Petro y ahora no le invitan a México”, escribió en la red social X, asegurando que “el rey es un problema para las relaciones internacionales basadas en el respeto”.
El diputado independentista catalán Gabriel Rufián, también celebró la exclusión con un “Viva México, cabrones”, en declaraciones a la prensa en el Congreso.
España es el segundo país con mayores inversiones en México, por detrás solo de Estados Unidos, y miles de empresas españolas operan en territorio mexicano, entre ellas el BBVA y Santander, los principales bancos del mercado mexicano.