El pistolero loco que disparó contra la sala de emergencias del Centro Médico Jacobi en el Bronx hace dos años, casi golpea a una madre sosteniendo a un bebé, ha sido condenado a 12 años de prisión.
Keber Martínez, de 25 años, fue sentenciado el jueves después de declararse culpable de asalto en primer grado durante el tiroteo del 25 de enero de 2022, que hirió a un hombre y envió a docenas de personal y pacientes corriendo para cubrirse.
“El acusado abrió fuego dentro de la sala de emergencias de Jacobi, hiriendo a un hombre y mostrando un completo desprecio por los pacientes y el personal, con una bala alojada en una pared cerca de una mujer sosteniendo a un bebé”, dijo el fiscal de distrito del Bronx, Darcel Clark.
“Las acciones violentas del acusado ahora han sido respondidas con una sentencia de prisión sustancial”.
Martínez fue visto en imágenes de vigilancia con una sudadera con capucha oscura de pie en un escritorio dentro de la sala de espera de emergencia.
Se le vio sacando un arma y corriendo hacia otro hombre mientras disparaba varias veces.
Martínez apuntó cuatro tiros a la víctima, de 35 años, que fue golpeada en el brazo izquierdo, dijeron los investigadores en ese momento.
Otros dentro del área de espera se vieron obligados a sumergirse para cubrirse debajo de las sillas y otros muebles hasta que Martínez huyó de la escena a pie, dejando un rastro de sangre que conducía a la víctima.
El hospital se cerró temporalmente a raíz del tiroteo, mientras que el hombre herido fue llevado al quirófano para recibir tratamiento.
Martínez fue capturado unas 12 horas después en Harlem, según la policía.
Fue localizado en parte a través de su información de registro en el hospital, en la que se quejó de problemas de asma.
Fue arrestado después de que su hermana llamara al 911 para informar que su hermano estaba actuando de manera errática, escuchando voces y tenía un arma, informó NBC New York.
Se cree que la víctima y Martínez se conocían.
Además de 12 años tras las rejas, Martínez también tendrá que someterse a cinco años de supervisión posterior al lanzamiento.
Fuente: NYpost
