Pablo Ulloa responde a Amnistía Internacional; dice derechos humanos no son negociables

Pablo Ulloa responde a Amnistía Internacional; dice derechos humanos no son negociables

Santo Domingo.- El Defensor del Pueblo de la República Dominicana, Pablo Ulloa, respondió a las recientes observaciones realizadas por Amnistía Internacional sobre la situación de los derechos humanos en el país. Ulloa destacó los logros alcanzados por la nación en la construcción de una sociedad más justa y digna, dentro del respeto a la Constitución y las instituciones nacionales.

“Nuestro país ha demostrado, a lo largo de su historia, su capacidad para enfrentar desafíos y avanzar en la construcción de una sociedad más justa y digna para todos los seres humanos”, afirmó Ulloa. Añadió que las observaciones de Amnistía Internacional no reflejan con precisión los esfuerzos y logros alcanzados, aunque reconoció que aún existen áreas de mejora.

El Defensor del Pueblo subrayó el compromiso inquebrantable de la República Dominicana con los derechos fundamentales y mencionó que se está trabajando de manera constante para fortalecer las instituciones, promover la transparencia y garantizar el respeto pleno de los derechos de todos los dominicanos y dominicanas.

En su declaración, Ulloa enfatizó que “la República Dominicana es un país soberano, con una profunda convicción en el respeto a la dignidad humana y a su Constitución”, y manifestó que el país continuará su labor para asegurar un futuro en el que todos los ciudadanos vivan con dignidad y seguridad.

Asimismo, invitó a Amnistía Internacional y a cualquier entidad interesada a presentar casos concretos de posibles violaciones de derechos humanos de manera formal, asegurando que recibirán “una respuesta responsable, coherente con los principios que han caracterizado la vida y el compromiso con la justicia y la equidad” del Defensor del Pueblo y su equipo.

Ulloa concluyó reafirmando la prioridad del bienestar del pueblo dominicano y la defensa de los derechos humanos, rechazando cualquier presión o valoración externa que no reconozca la realidad y los progresos del país. “La defensa de los derechos humanos en nuestro país es, y seguirá siendo, una responsabilidad asumida con seriedad y compromiso, basada en el respeto mutuo y la soberanía nacional”, puntualizó.