El dirigente del Partido de la Liberación Dominicana y también candidato a la Secretaría General de esa organización, Johnny Pujols, se sumó hoy a la indignación general de la comunidad de padres, maestros y amigos de la escuela al evidenciarse una vez más la desastrosa gestión educativa del gobierno Abinader.
Compartimos un hilo de 6 publicaciones en X (anteriormente Twitter) que hiciera Johnny al mediodía de hoy, en el que llama al pueblo dominicano a defender el derecho de sus hijos, niños, niñas y adolescentes, a educarse con dignidad, buena nutrición y calidad.
Inaceptable que en pleno 2024 nuestros estudiantes reciban clases en condiciones deplorables, sentados en el suelo, sin butacas, sin el más mínimo respeto a su dignidad. Las imágenes que vemos hoy revelan la falta de cariño del gobierno de Abinader por los niños, niñas y adolescentes estudiantes de la Patria.
En los ocho años anteriores, se construyeron miles de aulas, se implementaron programas de desayuno y almuerzo escolar, la jornada escolar extendida; se amplió la cobertura, disminuyó la deserción, y se distribuyó utilería. En solo cuatro años, Abinader ha borrado esos avances.
Hoy tenemos más de 140,000 estudiantes fuera de las aulas respecto a 2019, y aquellos que logran asistir lo hacen en condiciones indignas. La infraestructura escolar se ha deteriorado, y el avance de la jornada extendida, se ha detenido.
Las deficiencias y denuncias en los programas de apoyo estudiantil son ignoradas. ¡El ministro de Educación debe rendir cuentas por este retroceso, que afecta directamente el futuro de nuestros niños y jóvenes!
La Educación es pilar fundamental para el desarrollo de nuestro país. No podemos permitir que la falta de gestión, de planificación, la indiferencia y el mal uso de los recursos públicos condenen a nuestros niños, niñas y adolescentes a recibir una educación cada vez más deficiente. Es hora de actuar y exigir que se recupere el rumbo perdido.
Hago un llamado a todos los dominicanos y dominicanas a no ser indiferentes ante esta situación. La educación de los hijos de la Patria no puede seguir siendo sacrificada por la ineficiencia e indolencia de quienes tienen el deber de garantizar su calidad.