Ana Josefa Castillo, la primer teniente y madre de la niña que fue encontrada decapitada en su vivienda en el sector de Hainamosa, dice estar preocupada por el paradero de su otro hijo.
“No tengo a nadie que me diga dónde está mi otro hijo”, expresó la mujer, mientras denunciaba presuntos maltratos que habría recibido mientras está bajo custodia, mostrando sus uñas moradas como prueba.
Este pedido se suma a la confesión de Castillo, quien aseguró haber actuado bajo lo que describió como una “orden divina” al decapitar a su hija.
“El Señor agarra y me dice que coja un cuchillo y que le vuele la cabeza a mi hija”, relató.
