Desde la era de Rafael Trujillo, el protocolo de vestimenta para ceremonias presidenciales en la República Dominicana ha tenido un marcado simbolismo.
Durante el régimen se usaba el traje blanco conocido como Chaqué para las ceremonias diurnas. Este traje, que se distinguía por su chaqueta larga en la parte trasera, estaba de moda en los años 90 y se utilizaba para eventos celebrados durante el día mientras que el Frac o traje de calle negro era el preferido para las actividades ceremoniales nocturnas.
Sin embargo, fue en 1973 cuando el presidente Joaquín Balaguer formalizó este código de vestimenta mediante un decreto.
Balaguer dispuso que el traje blanco se utilizaría para las ceremonias celebradas durante los meses de verano, mientras que el traje oscuro se reservaría para los eventos realizados en invierno. Esta medida no solo estableció un estándar para la vestimenta en ceremonias oficiales, sino que también consolidó el traje blanco como una opción oficial para eventos estivales.
A pesar de que el Chaqué y el traje diplomático han pasado de moda con el tiempo, la disposición de Balaguer dejó una huella duradera en la tradición de las ceremonias presidenciales.
Para la juramentación del presidente Luis Abinader este viernes, se ha confirmado que todos los invitados, senadores y diputados electos deberán asistir con trajes de color blanco y corbata, zapatos y calcetines color negro.
La damas deben usar traje de sastre color blanco y zapatos negros.