Un nuevo estudio publicado en la revista Microplastics sugiere que consumir agua embotellada en botellas de plástico y vidrio puede ser peligroso para la salud, al potencialmente provocar hipertensión arterial debido a la entrada de microplásticos en el torrente sanguíneo.
Investigaciones anteriores ya habían revelado que el agua embotellada puede contener fragmentos plásticos de menos de cinco milímetros, conocidos como microplásticos, y partículas aún más pequeñas denominadas nanoplásticos, que miden menos de un micrómetro. Estos diminutos plásticos pueden introducirse en las células humanas, el torrente sanguíneo y algunos órganos, causando daños al cuerpo.
Sistema cardiovascular en riesgo
Un equipo de expertos de la Universidad Privada del Danubio, en Austria, descubrió que estos microplásticos, al ingresar al torrente sanguíneo, pueden tener un impacto negativo en el sistema cardiovascular. Las partículas de microplástico fueron encontradas no solo en bebidas envasadas en botellas de plástico, sino también en líquidos almacenados en botellas de vidrio.
Los científicos realizaron un experimento en el que ocho voluntarios adultos sanos dejaron de consumir líquidos de botellas de plástico y vidrio, incluyendo agua corriente, y bebieron exclusivamente agua del grifo durante dos semanas. Como resultado, su presión arterial descendió.
“Los cambios observados en la presión arterial sugieren que la reducción de la ingesta oral de partículas de plástico podría disminuir el riesgo cardiovascular. Estos resultados subrayan la importancia de reducir al mínimo el uso de plástico para prevenir efectos adversos para la salud y ponen de relieve la necesidad de una investigación más exhaustiva para aclarar la conexión entre la exposición al plástico y la salud cardiovascular”, señalaron los autores del estudio.
La investigación destaca la urgencia de minimizar el uso de plástico en envases de bebidas para prevenir efectos perjudiciales en la salud y llama a una exploración más profunda sobre cómo la exposición a los plásticos impacta el sistema cardiovascular.
