Por: Alejandro Grisanti Capriles
Tal como estaba previsto, el pasado 28 de julio se celebraron las elecciones presidenciales en Venezuela. Ese día millones de venezolanos salieron a votar, en una fiesta democrática sin precedentes. Contrario a todas las expectativas, los centros de votación, tanto del chavismo como de la oposición fluyeron con normalidad, la intimidación y el amedrentamiento se redujeron a unos pocos hechos aislados. La participación fue alta y el grito mayoritario de cambio se sentía. Fue una fiesta de civismo tanto de parte de las fuerzas armadas, como de los ciudadanos de ambas partes. Desafortunadamente, como habíamos mencionado en los reportes de coyuntura anteriores, cerca de la media noche, apareció Jason Voorhees, trayendo terror y tristeza a una esperanzada Venezuela.
Publicación de resultados por el Consejo Nacional Electoral sin actas
Varias horas después del cierre de los centros electorales y de diversas denuncias por irrespeto de las normas electorales en varias zonas del país, el Consejo Nacional Electoral anunció que con el 80% de las mesas escrutadas y con un nivel de participación electoral del 59%, Nicolás Maduro (NM) había obtenido el 51.2% de los votos (5,150,092 votos), frente al 44.2% (4,445,978) conseguido por Edmundo González Urrutia (EGU), el candidato de la oposición, y el 4.6% (462,704) recibido por otros candidatos. Estos resultados fueron anunciados sin publicación de las actas correspondientes, lo cual suscitó dudas inmediatas.
Luego de este primer boletín por parte del CNE, no se han publicado nuevos boletines ni actas que avalen los resultados anunciados. El 29 de Julio, sin publicación de datos el CNE pasó a reconocer a Nicolas Maduro Moros como el presidente constitucional de Venezuela para el periodo 2025-2030.
Un primer indicio del fraude es la exactitud de los números, escenario cuya probabilidad de ocurrencia tiende a cero. Si vemos el total de votos válidos (10,058,774), y multiplicamos por 51.2% (sin ningún otro decimal) nos da exactamente los 5,150,092. Fíjense que, por redondeo, 51.2% puede ocurrir con un rango de votos entre 5,145,063 (51,15%) a 5,155,121 (51,24%); la probabilidad de ese resultado exacto es de 1 en 10,059. Haciendo el mismo calculo para la oposición nos daría un rango entre 4,440,949 (44.15%) y 4,451,007 y la misma probabilidad de 1 en 10,059. Como existe un tercer factor, otros candidatos, estas probabilidades son independientes y por ende la probabilidad de ocurrencia es simplemente multiplicar ambas probabilidades y sería de 1 en 101,2 millones. Para ponerlo en contexto, la probabilidad de ganarse el Powerball es un poco más baja, siendo de 1 en 292,2 millones. Es decir, la probabilidad de que el resultado del CNE ocurra es tan solo 2.9 veces la probabilidad de ganarse el Powerball. Simplemente imposible.
La comunidad internacional y los observadores tanto cercanos al gobierno como opuestos a él, han pedido la publicación de las actas y el respeto de la voluntad de los venezolanos expresada el 28 de julio.
Desde el anuncio de los resultados por parte del CNE, muchos países e instituciones internacionales se han pronunciado exigiendo la publicación por mesa de las actas de votación por parte del CNE. Hasta el momento de elaboración de esta nota, se tenían las declaraciones de Chile, Argentina, España, Italia, Portugal, Perú, Costa Rica, El Salvador, Uruguay, Panamá, Guatemala, República Dominicana, Paraguay, Brasil y Colombia. Destacan las recientes declaraciones del presidente de Colombia Gustavo Petro, quien siempre se ha mantenido cercano ideológica y políticamente a NM, quien habla de “las graves dudas que se establecen alrededor del proceso electoral venezolano” e invita al gobierno de Venezuela a “permitir que las elecciones terminen en paz permitiendo un escrutinio transparente con conteo de votos, actas y con veeduría de todas las fuerzas políticas de su país y veeduría internacional profesional”. Propone además “llegar a un acuerdo entre gobierno y oposición que permita el respeto máximo a la fuerza que haya perdido las elecciones. Dicho acuerdo puede ser entregado como una Declaración Unilateral de Estado al consejo de seguridad de las Naciones Unidas.”
Así mismo, la OEA, la ONU y la Unión Europea han manifestado sus dudas sobre la veracidad de los resultados presentados por el CNE, instando a la verificación independiente de los mismos. Incluso, en una reciente declaración conjunta, el grupo de Cancilleres del G7 (Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, EE.UU) expresa que «los informes de observadores nacionales e internacionales independientes han planteado serias preocupaciones sobre los resultados anunciados de las elecciones», además de solicitar «a los representantes electorales que compartan de forma inmediata toda la información con la oposición y los observadores independientes» y manifestar sospechas «sobre la forma en que hizo el proceso electoral, sobre todo en lo que respecta a irregularidades y la falta de transparencia en recuento final de votos».
El Centro Carter, principal observador internacional invitado por el gobierno de NM, retiró a sus representantes de Venezuela el 30 de julio y publicó horas después un informe en donde destaca que “la elección presidencial de Venezuela de 2024 no se adecuó a parámetros y estándares internacionales de integridad electoral y no puede ser considerada como democrática”. Cabe destacar que pocos días antes de la elección, el ministro de la defensa Vladimir Padrino López (VPL) había elogiado al Centro Carter, al considerarlo “una institución de alto prestigio y seriedad en materia electoral” razón por la cual había sido invitada a supervisar las elecciones en Venezuela.
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Poco tiempo después del anuncio del primer boletín por parte del CNE, EGU y María Corina Machado (MCM), la principal líder opositora a quien no se le permitió participar en las elecciones, anunciaron que con el 40% de los votos escrutados por su coalición, los resultados hasta el momento apuntaban a una victoria de EGU con el 70% de los votos y que seguirían trabajando para el procesamiento del total de actas. Durante este comunicado, instaron a todos los testigos de mesa a permanecer en sus centros electorales para garantizar la defensa de todas las actas y su correcto procesamiento, asegurando que contaban con todas las pruebas para dejar en evidencia la falsedad de los resultados publicados por el CNE.
Un día después de las elecciones, MCM y EGU reiteraron la victoria de este último y presentaron una plataforma a través de la cual todos los electores pueden verificar las actas de su centro electoral, obtenidas gracias a la labor de los testigos de mesa y demás representantes de la oposición y ya procesadas y digitalizadas.
Hasta el momento, la oposición ha logrado procesar y transmitir las actas de un 81.21% de las mesas electorales (24,384), cuyos resultados, como era de esperarse, son muy disímiles a los presentados por el CNE. De acuerdo con las actas escaneadas y presentadas por la oposición y al cierre de esta nota, EGU obtuvo una contundente victoria con 67.194171% de los votos (7,119,768) contra 30.444283% de NM (3,225,819) y 2.360697% de otros candidatos (250,135). Es importante mencionar que EGU ganó en los sectores de clase media y en los sectores populares, en las grandes ciudades y en la mayoría de los pequeños poblados, en todos los estratos de edad y por supuesto de género.
MCM ha reiterado en varias oportunidades después del 28 de julio, que la coalición opositora tiene cada una de las actas que comprueban la veracidad de los resultados presentados por la oposición y que evidencian el fraude llevado a cabo por el gobierno de NM y que no descansarán hasta que éste sea reconocido.
Se han producido hechos de violencia en todo el país
Tras el anuncio del CNE que dio como ganador a NM, se han producido manifestaciones de diversa índole en todo el país, con ciudadanos expresando su descontento ante estos resultados y cuestionando su veracidad. Estos hechos, que han incluido actos violentos y el derrumbamiento de varias estatuas del expresidente Hugo Chávez ubicadas en varias plazas del país, han provenido en alta medida de sectores humildes, otrora asociados al movimiento chavista.
Decidimos poner 6 decimales, para contrastar con los resultados expuestos por el CNE.
De acuerdo con la información presentada por Foro Penal, organización venezolana especializada en la defensa de los derechos humanos, al 31 de julio se han producido 429 detenciones y 16 asesinatos en las últimas 48 horas, además de más de 10 desapariciones forzadas, incluyendo varios representantes de la coalición opositora.
El rey está desnudo
Vamos a una confrontación de largo alcance y de largo plazo. El régimen se las jugó todas, quemó todos los puentes tanto con el gobierno americano, como con todos los observadores internacionales que estuvieron en Venezuela; incluso con los observadores independientes más cercanos y que defendían su narrativa anti-sanciones. El régimen utilizó todas sus cartas, no solo para no entregar el poder, sino para que no les vieran los pies de barro. Pero hoy no tienen ni piso ni poder. El poder hoy lo tiene el ministro de la defensa VPL y su cerrado círculo de generales.
Desafortunadamente, no se puede decir ni siquiera que las fuerzas armadas. Las fuerzas armadas tienen años infiltradas por los cubanos, y por ende han incumplido sus deberes institucionales consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
El verdadero sentimiento que se manifestó el 28 de julio fue el altísimo rechazo a NM. Hace tres meses nadie conocía a Edmundo, pero todos conocían muy bien a Maduro. Ese rechazo profundo a la continuidad ha sido la razón principal de que, en un tiempo muy corto, MCM lograra la transferencia masiva de votos. Hay que focalizar la presión en lo inmediato, en convencer al ministro de la defensa y a los generales que están con él, que para frenar la confrontación se haga posible la revisión de las actas con los observadores internacionales y/o el grupo de Oslo. Será necesario llegar a una negociación, cuando se demuestre que las actas no coinciden. Esto nos traería un nuevo juego, que es difícil de predecir. Pero si el ministro de la defensa no interviene y el oficialismo intenta mantener su estrategia actual, la probabilidad que terminemos de nuevo con un gobierno desconocido y sin acceso a los mercados internacionales se incrementa de forma importante.
Escenario de gobierno desconocido internacionalmente gana mayor probabilidad y con él un profundo aislamiento financiero
Nuestra primera percepción, apenas a 72 horas de haberse realizado el evento electoral, es que la probabilidad de nuestro escenario base de silencio administrativo por parte de la comunidad internacional se ha reducido considerablemente y la probabilidad de que terminemos con NM en el poder, pero no reconocido internacionalmente se ha incrementado. En este escenario, no esperaríamos que NM sea reconocido por el FMI y por ende no entrarían los DEG que le corresponden a Venezuela desde el 2019, ni se podría renegociar la deuda. Lo anterior, traería como consecuencia un profundo aislamiento financiero internacional, con un posible revertimiento de las licencias particulares otorgadas por la OFAC en los últimos 24 meses, incluyendo la licencia petrolera a Chevron, así como la imposición de nuevas sanciones.
Al final, lo que está en riesgo es la posibilidad de una fuerte reducción en el flujo de divisas que ingresan al país, lo que nos lleva al escenario 2017: Incremento de la impresión inorgánica de dinero por parte del Banco Central de Venezuela, perdiéndose la estabilidad lograda en precios. En este escenario, esperaríamos mayor caída en el precio de los bonos tanto de PDVSA como de la República, y fuerte incremento de la inflación y la devaluación.